El consejero de Sanidad, Antoni Comín, y el Síndic de Greuges, Rafael Ribó.
2 feb. 2017 9:00H
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Más de un tercio de las reclamaciones elevadas al Síndic de Greuges (el defensor del pueblo catalán) en 2016 tienen que ver con las políticas sociales. Dentro de ellas, tienen un especial peso las relacionadas con la sanidad. Según el último informe de este órgano al Parlamento Catalán, estas últimas han repuntado en el último año, desde que Antoni Comín regenta la Consejería de Sanidad.
El informe recoge 814 quejas a este departamento a lo largo de 2016, frente a las 747 que se produjeron el año pasado. Dentro de estas quejas –a las que hay que sumar 783 consultas y 10 actuaciones de oficio–, la mayor parte (un 48,3 por ciento) corresponde a la gestión de los recursos sanitarios: listas de espera, cierres de centros de atención primaria, reducción de personal…
Precisamente, en la última semana los trabajadores del Hospital Parc Taulí han retado al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, a conocer la verdadera situación de su hospital, tras una visita del mismo que han tachado de estar ‘preparada’. Según estos trabajadores, precisamente el día que Ribó se personó en las instalaciones, las urgencias –en las que normalmente suelen esperar decenas de pacientes– estaban vacías.
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