Redacción. Barcelona
El Consejo de Colegios Farmacéuticos de Catalunya y el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) han acordado la puesta en marcha de un plan piloto antes de que finalice 2013 para monitorizar desde las farmacias la evolución de pacientes crónicos complejos polimedicados y con dificultades para seguir los tratamientos prescritos.
Pilar Gascón. |
La secretaria general del Consejo, Pilar Gascón, ha explicado a Europa Press que ambas instituciones ya han acordado el "primer documento marco" donde se define el papel que pueden jugar las boticas en la atención de los pacientes crónicos, y que se centra en el seguimiento farmacoterapéutico de estas personas.
El protocolo se basa en que será el médico de atención primaria quien, si lo ve oportuno, derive al paciente a su farmacia de referencia, y la previsión es que el plan piloto para comprobar su viabilidad se inicie en como mínimo cuatro zonas geográficas diferentes, una en cada provincia de Catalunya.
El perfil de los pacientes susceptibles de participar en el programa debe ser el de "crónicos complejos" con un historial de frecuentes ingresos hospitalarios y que, pese a padecer diversas patologías simultáneas, no disponen de un correcto acompañamiento familiar y su adherencia a las terapias no es óptima. Los colegios farmacéuticos y el CatSalut, en virtud del procedimiento que tienen diseñado para incorporar nuevas prestaciones a la cartera de servicios compartida --como el cribado de cáncer de colon y las pruebas de VIH--, elaborarán indicadores objetivos sobre la utilidad de monitorizar a pacientes crónicos a través de las farmacias, y determinar así si existe una mejora de la atención médica y un eventual ahorro derivado de menos ingresos hospitalarios. "Lo que nos mueve como Consejo es la voluntad de que el farmacéutico pueda progresar y hacer nuevas actuaciones de tipo profesional", ha resumido Gascón, quien ha descartado que incorporar nuevos servicios pueda solucionar los problemas económicos de las farmacias, con las que la Generalitat mantiene una deuda cercana a los 300 millones de euros. Gascón ha avanzado también que ambas entidades están estudiando la posibilidad de que las farmacias puedan dispensar fármacos reservados a los hospitales, si bien para esta prestación todavía no se ha definido un calendario.
La colaboración entre la farmacia hospitalaria y comunitaria estaría orientada a pacientes que se desplazan hasta los hospitales únicamente para buscar su medicación, y que no necesitan en este trámite la realización de pruebas complementarias, como algunos tratamientos antirretrovirales o con hormonas del crecimiento.
Gascón ha explicado que se están realizando contactos con diversos responsables de servicios de farmacia hospitalaria para determinar qué zona geográfica sería idónea para la prueba piloto, que en todo caso garantizará el seguimiento del paciente y solo se aplicará en caso de "común acuerdo" entre todas las partes, enfermo incluido.
Se extenderá a una parte importante de España
El consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, en una respuesta parlamentaria del mes de junio ya apuntó a la "exploración de posibles servicios" que se podían añadir a la cartera de las farmacias, así como el progresivo despliegue del programa de detección precoz del cáncer de colon en Tarragona y Lleida. Dicho programa, cuya extensión al 50% de la población española en 2015 ha aprobado el Ministerio de Sanidad, se realiza en Catalunya actualmente en 134 farmacias de Barcelona, con un importe de facturación para el CatSalut de 43.200 euros y una previsión para 2013 de que sean 57.600 euros.