Joan Vegué, Josep Maria Argimon y Enriqueta Vidal Domènech, durante la presentación.
Cataluña está dispuesta, tras dos intentos fallidos, a integrar en la
comunidad las personas que viven en
hospitales psiquiátricos de larga estancia en los próximos
10 años. En el
Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona se han presentado las bases del proyecto para reconvertir la
hospitalización psiquiátrica de larga estancia. El conseller de Salut de Cataluña,
Josep Maria Argimon, relata que “se debe evitar la
institucionalización para garantizar la
autonomía de las personas ingresadas. Todo el mundo
merece un proyecto de vida y un hospital no es un espacio para vivir. No reclamaré la necesidad de financiación para hacer esta
reconversión. Debemos transformar los recursos que tenemos”.
Argimon explica que en los próximos años se establecerán
cinco grandes áreas piloto que serán evaluados para su futura
expansión en todo el territorio catalán: “No tiene que ser una experiencia aislada, tiene que servir para reordenar la larga estancia, evaluarlas y extenderlas a todo el territorio.
Francesc Tosquellas, psiquiatra que revolucionó las prácticas médicas y transformó las instituciones psiquiátricas, trabajó para favorecer las curas más allá de los muros psiquiátricos. Nosotros tenemos este
deber ético de conseguirlo”. Uno de los caminos que se busca impulsar en el proyecto es apostar por
nuevos perfiles a la hora de tratar a los pacientes. Tal y como explica Argimon, “estos especialistas nos pueden dar
miradas complementarias. Tenemos que ser proactivos e ir donde la persona está, evitando la institucionalización y los ingresos de larga estancia”.
Cuidar y acompañar a las personas a la hora de realizar la transición desde los hospitales psiquiátricos a la comunidad es la meta defendida por
Cristina Gisbert, jefa de Servicio de Rehabilitación Psiquiátrica del
Institut d’Assistència Sanitària (IAS): “A todos nos gusta tener
nuestro proyecto vital y las personas con trastorno mental no son diferentes. La larga estancia a Cataluña ha mejorado su funcionamiento y ha incrementado
programas de rehabilitación de las personas con problemas psicológicos. Pese a ello, continúan viviendo en el hospital, que no ofrece la misma calidad de vida que vivir en la comunidad”.
Una de las claves que Gisbert considera vitales para que este proyecto sea un éxito en los próximos años pasa por “
dar expectativas a los pacientes. Si nos diesen el mensaje de que nunca mejoraríamos, ¿qué haríamos con nuestras vidas? Todas estas personas quieren que su vida tenga sentido y estando en un hospital es imposible”.
Cataluña, ante su tercer intento de abordar la hospitalización psiquiátrica
Actualmente, Cataluña cuenta con casi
2.300 enfermos ingresados en hospitales alejados de la comunidad y de sus familias, y
Víctor Pérez, presidente del Consejo Asesor de Salud Mental y Adicciones y director del
Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Parc de Salud Mar de Barcelona, expone cuatro factores que pueden favorecer a que, esta vez, la integración de estos pacientes a la comunidad sea una realidad: “En otros países ya se ha realizado una transformación para estos pacientes. Aquí lo hemos intentado dos veces, en
2006 y en
2014, y hemos fracasado. Pese a ello, ahora
nuestra red de salud mental ha crecido y es capaz de asumir la responsabilidad de estas personas. El
contexto internacional nos exige que haya un respeto radical a los
derechos humanos con cualquier tipo de discapacidad, y debemos trasmitir el mensaje de que no se puede vivir en un hospital. No podemos dejar esta
injusticia para la próxima generación, debe ser una prioridad”.
Los ejes principales defendidos por
Joan Vegué, director del
Pla director de Salud Mental y Adicciones de Catalunya, pasan por la
inserción, una transformación de los recursos, el
ámbito de actuación y el
fomento de programas específicos: “No estamos presentando un programa cerrado, es el
inicio para hacer las cosas de otra manera. Trabajaremos de forma
proactiva para fomentar la
recuperación e inserción en la vida comunitaria de los ingresados. Este aspecto solamente lo podemos hacer con la participación de los agentes implicados. Planteamos una transformación de recursos que nos permita mejorar la efectividad de estos programas y redimensionar la larga estancia. Para ello, se deberá ejercer formación para que algunos profesionales se reconviertan y pasen de trabajar del hospital a la comunidad”.
La voz de las cerca de 80 asociaciones que conforman la Federación de Salud mental de Cataluña ha sido en el acto
Enriqueta Domènech, presidenta de la
Federació i Fundació Salut Mental Catalunya, que ha afirmado estar “contenta con el compromiso que se toma hoy. Queremos participar con nuestro conocimiento y experiencia, para que las personas y sus familiares tengan recursos y atención necesaria para iniciar un nuevo proyecto de vida”.
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