La consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés; y el secretario de Salud Pública, Joan Guix.
La
Consejería de Salud de la Generalitat ha impulsado un
programa de respuesta de salud pública frente a la
emergencia climática con el objetivo de "minimizar los efectos negativos de
l cambio climático sobre
la salud de la personas, especialmente las más vulnerables".
La
consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, y el secretario de Salud Pública, Joan Guix, han presentado este lunes en rueda de prensa un programa motivado por "
la evidencia científica, que pone de relieve que el cambio climático tiene un impacto directo sobre la salud de las personas".
La región supera 125 veces el límite de ozono trosposférico
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Los primeros pasos del programa que se han marcado desde la Consejería, con la ambición de llevarlos a cabo antes de verano, son identificar y contactar los distintos organismos implicados
en materia de cambio climático y salud entre la Generalitat, las administraciones locales y organismos e instituciones de investigación. Otro punto pasa por la creación de un grupo de coordinación para compartir acciones e impulsar de nuevas, además de definir indicadores
para evaluar sus efectos y las medidas realizadas, un aspecto que Guix ha definido como "
prioritario".
El programa también quiere impulsar
la creación de un comité científico que asesore a la Consejería y una
página web enfocada a la ciudadanía que incluya información sobre impactos, indicadores y
acciones que se trabajen en materia de cambio climático y salud.
Una amenaza global
La consellera ha recordado que en 2009 la
Comisión Lancet definió el cambio climático como la mayor amenaza global para la salud en el siglo XXI, y ha asegurado que este programa "permitirá poner el impacto de la emergencia climática en el centro de la salud pública".
Guix ha explicado que las cifras demuestran que las muertes por contaminación son una realidad, y ha alertado que en Cataluña se superó
125 veces el límite de ozono troposférico en 2019,
nueve veces más que el límite de alerta, que no sucedía desde el 2003.
En este sentido, en 2018 en Barcelona se registraron un mínimo de
351 muertes que se atribuyen a un exceso de partículas nocivas en el aire y Vergés ha añadido que en Cataluña
mueren anualmente 3.500 personas de forma prematura por los efectos de la emergencia climática.
Este 2019 también se han registrado 13 casos de enfermedad por virus del Chikungunya importados, 139 casos de dengue importados y uno autóctono y cuatro casos confirmados y cinco probables de fiebre vírica por
el virus del Zika importados. Según Guix, en Catalunya los aspectos más preocupantes del cambio climático en la salud pública son
"el incremento de la temperatura que provoca incendios, sequías e inundaciones; el incremento del polen y la contaminación del aire".
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