Javier Barbado. Madrid
El gerente de Atención Ciudadana del Servicio Catalán de la Salud (Catsalut), Joan Lluís Piqué, se ha mostrado esperanzado, en una entrevista para Redacción Médica, con las medidas de control del gasto farmacéutico que en la actualidad aplica la Generalitat “ya que entendemos que van a permitir asumir” el déficit de la comunidad autónoma.
El gerente de Atención Ciudadana.
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Además, ha defendido a capa y espada una de las medidas estrella que han trascendido esta semana a los medios: la exención del abono del 90 por ciento del tratamiento a enfermos crónicos en riesgo de exclusión social.
La decisión del Ejecutivo catalán entra en vigor este jueves 1 de mayo y se limita a aquellos pacientes que cumplan con una estricta serie de requisitos, entre ellos disponen de una renta bruta máxima de 24.000 euros al año; padecer una enfermedad grave de larga duración con terapia asociada durante más de un año; grado de minusvalía superior al 65 por ciento y “porcentaje del coste del tratamiento farmacéutico superior a determinado ítem de con la renta y con el número de unidades familiares”, según ha corroborado Piqué.
No se trata –ha matizado– de una práctica que nunca antes se hubiera llevado a cabo: “Antes se hacía igualmente, es decir, el Catsalut asumía el coste en situaciones esporádicas en las que se recababan informes sociales que avalaban las características del perfil del enfermo. Lo que ocurre es que hemos entendido que esto no debía hacerse en casos aislados a partir de un informe social, sino que, por el contrario, convenía fijar criterios objetivos y reglas para que las familias en esa situación no estuvieran sujetas simplemente a la disponibilidad de un documento dependiente de la voluntad de un centro de emitirlo”.
De ahí que se hayan establecido normas y criterios de carácter general de modo que, si el paciente las cumple, el Catsalut asume el diferencial entre lo que debía pagar al mes y lo que en realidad va a aportar. “Pero en ningún caso hemos cambiado el nivel de cobertura de estos pacientes porque eso no nos corresponde a nosotros; eso sí: ante un enfermo en situación de vulnerabilidad por enfermedad crónica con una renta muy baja que no le permite acceder al tratamiento, entendemos que se vulnera el derecho a la prestación sanitaria [si no abona el coste el servicio regional de salud]”, ha insistido el entrevistado.
Riesgo ínfimo de aumentar el déficit
Por último, Piqué se ha esmerado en recalcar que el pago del 90 por ciento de la terapia en esta clase de pacientes constituye un riesgo “ínfimo” de acrecentar el déficit acumulado por Cataluña en el ejercicio de 2013, que, según publicó Redacción Médica a partir de fuentes del Departamento de Economía autonómico, se cifra en 409 millones de euros: “Pesa mucho más la vulnerabilidad del enfermo a la hora de analizar la partida del gasto farmacéutico”, sentencia.
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