Fachada del Hospital Mancha Centro.
El Servicio de
Oftalmología del Área Integrada de
Alcázar de San Juan ha realizado con éxito una
cirugía pionera en el mundo que ha permitido reconstruir córnea, iris y cristalino del ojo izquierdo de un paciente joven que sufrió un traumatismo severo a consecuencia de un accidente con un vaso de cristal.
El accidente tuvo lugar hace dos años. Tras ser intervenido de urgencia en su ciudad natal, y debido a la gravedad de las heridas, este joven optó “por buscar un milagro” en las manos de los especialistas que trabajan en el
Servicio de Oftalmología del
Hospital Mancha Centro.
“Tuve suerte. El médico que me operó de urgencia en Cáceres me dijo que
podía haber perdido el ojo”, ha admitido el paciente. Precisamente fue ese facultativo la primera persona que le
recomendó tramitar una derivación al Hospital Mancha Centro.
“Me dijeron que en
Alcázar de San Juan trabajan algunos de los mejores oftalmólogos de España. Tras sopesar varias opciones tanto mi familia como yo lo tuvimos claro y decidimos que ésta era, sin duda, nuestra mejor opción”, ha explicado el joven.
Fernando González del Valle, jefe del Servicio de
Oftalmología del Área Integrada de
Alcázar de San Juan, ha reconocido que el reto al que se enfrentó su equipo con este paciente fue mayúsculo. “Llegó con un traumatismo muy importante en el que había perdido el cristalino, tenía una profunda herida en la córnea y, además, había perdido su iris, produciendo una heterocromía muy llamativa”, ha relatado González del Valle.
La solución no era sencilla. Primero hubo que fabricar una prótesis personalizada, para lo cual se utilizó como patrón fotografías del ojo sano. Después, como no había soporte en el que colocar esta
prótesis, se optó por una vanguardista técnica quirúrgica: la del trasplante de sacro cristalino (sólo se había realizado antes en Ucrania) que se asoció a una queratoplastia penetrante (sustituir el tejido de la córnea).
Era la primera vez que se realizaba en el mismo paciente la combinación de un
trasplante de saco y de córnea. Mientras se realizaban ambas intervenciones los facultativos descubrieron que había
desprendimiento de retina, algo que también se corrigió sobre la marcha.
Diez horas de quirófano
Javier Celis Sánchez, jefe de la Sección de Córnea, y
González del Valle han sido los encargados de realizar esta compleja operación en la que se ha combinado en un mismo paso quirúrgico una vitrectomía (técnica que se utiliza para retirar el gel transparente que rellena la cavidad ocular), un cerclaje ocular (para corregir el desprendimiento de retina), un trasplante sacro cristaliniano, un implante de prótesis iridiana artificial y un trasplante de córnea.
Han sido necesarias diez horas de quirófano para resolver de esta ingeniosa manera el grave traumatismo ocular. Según los doctores González del Valle y Celis Sánchez: “Nunca antes se había solucionado un problema de este tipo combinando a la vez tantas técnicas quirúrgicas”.
El paciente ha recobrado un 30 por ciento de visión en el ojo lastimado y se espera que esta cifra pueda aumentar dentro de un tiempo. Además “estéticamente -tal y como han subrayado González del Valle y Celis Sánchez- el resultado ha sido muy bueno”.
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