Un sanitario vacunando a una persona.
La
Junta de Castilla y León ha asegurado que el número de personas vacunadas frente al
virus del papiloma humano (VPH) en los últimos 5 años, desde 2019 hasta 2023,
asciende a 15.422. De esta forma, el Gobierno autonómico ha afirmado que el Registro Poblacional del Cáncer permite constatar el
descenso de los tumores relacionados con el VPH, tanto anogenitales como orofaringeos en el total de la población. Así lo han explicado en una respuesta parlamentaria remitida a las Cortes de Castilla y León.
En total, según datos de la Junta, se han vacunado a
301 hombres que tienen sexo con hombres, hasta los 25 años; a
19 personas en situación de prostitución, tanto hombres como mujeres de hasta 25 años; a
3 personas con síndrome de WHIM (hasta los 45 años); a
134 por infección por VIH (hasta los 45 años); a
19 personas con un trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos, y a
563 mujeres que hayan recibido cualquier tratamiento de lesión intraepitelial de alto grado en cérvix (CIN2+). Todos ellos identificados como grupos de riesgo.
Además, se ha vacunado a
810 personas por intervención de salud pública y a
10.098 por preinscripción facultativa. Las 3.475 personas restantes participaron en el programa por otros motivos de salud.
Estrategia de vacunación frente al VPH
En cuanto a la eficacia de la vacunación contra el VPH, el Ejecutivo autonómico ha señalado que la evidencia científica disponible con respecto a los
programas de vacunación frente al VPH fue revisada en el documento
Recomendaciones de vacunación frente VPH en varones, aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en octubre de 2022.
En el caso de los grupos de riesgo se dan dos posibles causas de dicha contingencia:
una mayor exposición o una mayor vulnerabilidad, tal y como ha indicado la Junta. En el primer caso, la eficacia es superior a la de la población general ya que, al estar más expuestos,
se benefician más de la protección vacunal. En caso de mayor vulnerabilidad, si bien la protección vacunal puede ser menor,
"el balance riesgo-beneficio es muy favorable".
El Gobierno autonómico ha asegurado que la
estrategia de vacunación en grupos de riesgo se basa fundamentalmente en la captación activa en consulta de Atención Primaria y hospitalaria de las personas que presentan alguno de los factores o situaciones de riesgo definidas en el Programa de Recomendaciones mencionado anteriormente. Esto ocurre ya que
“las acciones dirigidas se consideran más eficientes que las campañas generalistas para grupos que son específicos”.
Por otro lado, han hecho hincapié en que la mejor manera de captar y proteger también indirectamente a los grupos de riesgo es la
vacunación universal. Por ello, según han afirmado, en 2023 Castilla y León ha ampliado el objetivo general del programa de vacunación frente a VPH a la prevención de la infección persistente y de las enfermedades relacionadas con VPH en ambos sexos, incluyendo en el calendario vacunal para toda la vida
la vacunación en niños cuando cumplen 12 años.
Campañas de concienciación y promoción de hábitos saludables
La Junta ha insistido en que se han realizado varias campañas de sensibilización con el objetivo de
concienciar frente a las infecciones de transmisión sexual y de informar y sensibilizar de la importancia de la vacunación en las edades en las que más se pueden beneficiar de la vacunación frente al VPH (12-14 años, antes de iniciar las relaciones sexuales).
Asimismo, la Consejería de Sanidad, a través de su
Plan Estratégico de Subvenciones 2024-2026, incluye subvenciones dirigidas a instituciones y entidades sin ánimo de lucro para la realización de actividades que contribuyan a la educación y promoción de hábitos saludables, así como a actividades de prevención de la enfermedad. Entre otras actuaciones, estas entidades realizan
captación de personas pertenecientes a grupos de riesgo o en situaciones de riesgo que no acceden con asiduidad a los servicios sanitarios.
De hecho, el Ejecutivo ha comunicado que existen dos sistemas de información que arrojan indicadores de impacto de la vacunación frente al VPH: el
Programa de prevención y diagnóstico precoz de cáncer de cuello de útero y el
Registro Poblacional del Cáncer. El primero tiene como finalidad disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer invasivo de cuello de útero mediante la identificación de mujeres con lesiones cervicales precursoras con mayor riesgo de progresión a cáncer invasivo y/o infección por el virus del papiloma humano (VPH-AR).
Dicha iniciativa inició su actividad en 1986 ofreciendo inicialmente la citología como prueba de cribado. Posteriormente, en 2008, incorporó la prueba de detección del virus, quedando establecida la
estrategia de cribado que está dirigida a mujeres sanas de 25 a 64 años de edad, sexualmente activas, realizándose las pruebas de cribado con determinados criterios. Por ello, "se monitorizan tanto las lesiones premalignas de cérvix como la circulación vital en población femenina", han asegurado.
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