Vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, junto al consejero de Empleo, Mariano Veganzones, y el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, todos de Vox.
El
vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha insistido este lunes en que
los médicos están obligados a informar a las embarazadas del protocolo que él denominó como 'provida' con medidas como la posibilidad de escuchar el latido del bebé en las primeras semanas y ha asegurado que
le "gusta mucho" el modelo aplicado por el Gobierno de conservador nacionalista de Hungría, Viktor Orbán.
García-Gallardo ha señalado a Hungría como el país en el que se mira en cuanto a los protocolos sobre el embarazo. "Hungría efectivamente me gusta mucho, ofrece alternativas, información y medidas en positivo para adoptar una decisión como esta con toda la información posible", ha reseñado.
El vicepresidente de la Junta ha asegurado que
le sorprende que se vea como "descabellado" ofrecer más información a las mujeres sobre el desarrollo de la vida prenatal y ha insistido en que las medidas adoptadas han sido pactadas por el Gobierno regional en su conjunto. "¿Por qué les asusta tanto a ustedes que las mujeres tengan la posibilidad de escuchar el latido del feto?", se ha preguntado García-Gallardo, a lo que ha añadido: "La que se ha montado por qué ofrezcamos la posibilidad de que madres embarazadas escuchen el latido".
García-Gallardo ha vuelto a referirse al
protocolo que se abordó el pasado jueves en el
Consejo de Gobierno para insistir en que las medidas incluidas son de
obligado cumplimiento para todos los profesionales de la Sanidad como cualquier protocolo sanitario. "Nadie le va a tirar a una mujer la información a la cara sino que conozcan que esa información está ahí para ellas", ha explicado.
Así, ha considerado que "cualquier intento de confundir puede caer en saco roto" y ha asegurado que no se siente desautorizado por sus socios del PP, en concreto por el
presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y por el
consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, quien debe dictar la orden en la que se incluyan las medidas establecidas en el protocolo y que, además de ofrecer la posibilidad de
escuchar los latidos del bebé en las primeras semanas y atención psicológica,
incluye una ecografía 4-D, cuyo plazo para hacerla no ha precisado pese a explicar que se puede realizar también al inicio del embarazo y no sólo a partir del tercer trimestre.
En cuanto al
requerimiento oficial remitido por el Gobierno central a Castilla y León en torno a estas medidas,
García-Gallardo lo ha tachado de "intento de coartar la libre acción de Gobierno", y ha agradecido la respuesta "contundente" de Mañueco y Vázquez, al tiempo que ha considerado que se trata de una "sobreactuación" del Ejecutivo para "tapar su ineptitud para proteger a las mujeres".
Así, el vicepresidente ha insistido en que con este protocolo "Castilla y León se consolida con estas medidas como la región más protectora de los derechos de la madre embarazada", al tiempo que
ha defendido que no se trata de una "coacción" para las mujeres sino de "ofrecer más información". Finalmente ha asegurado que el Gobierno de Castilla y León es un gobierno "fuerte, unido y estable".
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