Redacción. León
El Hospital de León ha celebrado hoy el segundo “Taller práctico de complicaciones e intervencionismo avanzado”, coordinado por Armando Pérez, en el que una docena de expertos han abordado aspectos relacionados con las técnicas más novedosas en el campo de la Cardiología, como el tratamiento de patología estructural. Además, se han puesto sobre la mesa nuevas estrategias dirigidas a pacientes con patología coronaria.
Armando Pérez. |
Según han destacado fuentes del centro, una de las prácticas que se ha empleado es la implantación de válvula aórtica percutánea mediante catéter. El Hospital de León ha tratado ya a más de 30 pacientes con válvula aórtica de forma percutánea. Según explican desde el centro, “a través de la arteria femoral o por abordaje transapical se introduce un catéter que lleva incorporada la prótesis aórtica biológica”. La importancia de esta técnica reside en que este procedimiento “abre las posibilidades terapéuticas a un amplio grupo con esta patología que, por su alto riesgo quirúrgico, eran excluidas de la sustitución valvular aórtica por medio de cirugía”. Así, el hecho de llevarse a cabo por medio de un cateterismo supone solamente una punción en la ingle para la introducción del catéter y un alta hospitalaria más rápida tras la intervención, indicada en pacientes con estenosis aórtica, que consiste en un estrechamiento de la válvula aórtica y que constituye la enfermedad cardiovascular más frecuente asociada a una edad avanzada.
Por otra parte se ha puesto en práctica una nueva técnica para el tratamiento de la fibrilación auricular que no puede tratarse con anticoagulantes. Pese a que al 67 por ciento de los pacientes con fibrilación auricular se les recomienda el uso de fármacos anticoagulantes como tratamiento preventivo de ictus, en el 15 por ciento de los mismos está contraindicado por riesgo de sufrir hemorragias, por lo que no disponían de un tratamiento eficaz hasta ahora. Así, gracias a los últimos avances tecnológicos los cardiólogos pueden actualmente acceder a la orejuela de la aurícula izquierda, zona en la que se forman la mayoría de trombos, taponándola e impidiendo la circulación en esta zona. Así, consiguen evitar la formación de trombos en su interior, previniendo la aparición del ictus. Según señala el hospital en un comunicado, este procedimiento ofrece dos grandes beneficios para los expertos: por un lado, ser un tratamiento eficaz para aquellas personas que no encontraban una forma efectiva de controlar su fibrilación; y por otro, la posibilidad de eliminar el uso de anticoagulantes.
Además, se han llevado a cabo distintas pruebas con los nuevos sistemas de denervación renal percutánea. La aplicación de radiofrecuencia mediante catéteres en las arterias renales consigue lesionar los nervios del sistema simpático que rodean estas arterias y reducir de forma significativa y duradera las cifras elevadas de tensión arterial. Esta técnica ha demostrado su eficacia en pacientes con hipertensión arterial resistente al tratamiento farmacológico, abriendo las posibilidades de manejo de un grupo de pacientes sin alternativa actual pero también las puertas al manejo intervencionista de otras patologías como el síndrome metabólico.