Antonio María Sáez Aguado, consejero de Sanidad.
30 mar. 2018 14:20H
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En julio de 2015, Castilla y León puso en marcha el proyecto de receta electrónica, un sistema que, en la actualidad, ya está implantado en las farmacias y centros de salud de las 9 provincias, así como en el Complejo Asistencial de Soria. Desde su nacimiento, se han incorporado a este servicio 827.720 pacientes y, a través de él, se han dispensado 55.938.909 envases de medicamentos, el 62,44 por ciento del total de recetas extendidas. Los datos de febrero de 2018 indican que el 60 por ciento de los usuarios del Sistema Regional de Salud que adquirieron medicación en las oficinas de farmacia lo hicieron a través de este sistema.
De esos 827.720 pacientes incorporados al servicio, 52.379 lo han hecho en Ávila, 109.273 en Burgos, 174.708 en León, 42.668 en Palencia, 116.734 en Salamanca, 45.428 en Segovia, 24.913 en Soria, 191.413 en Valladolid y 70.204 en Zamora. Por otro lado, de los 55.938.909 envases dispensados 4.172.003 han sido en Ávila, 6.188.372 en Burgos, 12.074.718 en León, 3.007.702 en Palencia, 7.743.888 Salamanca, en 3.136.382 Segovia, 1.751.858 en Soria, 12.604.296 en Valladolid y 5.259.690 en Zamora.
Para Salud, el servicio de receta electrónica aporta ventajas para todos los implicados en el proceso de distribución de los productos farmacéuticos. Para los ciudadanos supone una mayor accesibilidad y comodidad para retirar la medicación, ya que se ahorran el paso de tener que acudir al centro de salud a por la receta. Además, el sistema les ofrece información más precisa y completa sobre el tratamiento que deben seguir. Asimismo, los profesionales sanitarios de los centros asistenciales reducen el número de consultas dedicadas a la emisión de recetas, lo que ha supuesto un descenso de un 15 por ciento de citas médicas y de un 10 por ciento de citas de profesionales de Enfermería.
También añaden que este sistema tiene ventajas para los farmacéuticos, puesto que el colectivo ha visto incrementada la seguridad en la dispensación, así como beneficios para la administración sanitaria, entre los que enuncian la mejora del conocimiento sobre el funcionamiento real del servicio, al disponer de datos de prescripción y dispensación unificados, y la optimización del tiempo de trabajo de los profesionales.
Interoperabilidad de la receta electrónica
Este proyecto de receta electrónica se ha completado con la puesta en marcha de la interoperabilidad de la misma. La iniciativa se ha desarrollado con el objetivo de que un ciudadano, con su tarjeta sanitaria, pueda recoger en las farmacias de las regiones interoperables la medicación que le ha sido prescrita en su centro sanitario habitual. Así, cualquier usuario del Sistema Regional de Salud desplazado fuera de la comunidad autónoma puede seguir adquiriendo sus medicamentos a través de la receta electrónica, siempre que se encuentre en alguna de las autonomías interoperables. Una situación que es recíproca para los ciudadanos de esos territorios que lleguen a Castilla y León.
En la actualidad, las comunidades autónomas que ya están adaptadas a interoperabilidad son Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra, Valencia, Galicia, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Asturias, Murcia, Cantabria y País Vasco.
En total, desde que este servicio está en funcionamiento en Castilla y León, se han dispensado 62.755 envases a pacientes de otras zonas de España. Asimismo, los castellanos y leoneses han retirado un total de 52.847 envases en farmacias de otras comunidades utilizando este sistema.
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