Imagen de la Mesa Sectorial de Sanidad de Cantabria del pasado 29 de diciembre.
La mayoría sindical de Cantabria ha rubricado un acuerdo con la Consejería de Salud de la región para
mejorar las condiciones de aquellos profesionales sanitarios que opten por trabajar en las
plazas de difícil cobertura del Servicio Cántabro de Salud (
SCS). El documento, al que ha tenido acceso
Redacción Médica, especifica que los sanitarios que trabajen en dichos puestos tendrán
beneficios de cara a las Ofertas Públicas de Empleo (
OPE),
concursos de traslado y acceso a la
carrera profesional.
Concretamente, los
sindicatos firmantes han sido las delegaciones cántabras de
CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos),
CSIF (Centras Sindical Independiente y de Funcionarios) y
UGT (Unión General de Trabajadores), así como la autonómica
ATI (Agrupación de Trabajadores Independientes). El acuerdo incide en que un
puesto de difícil cobertura será aquella plaza en la que exista un
“déficit estructural de personal” entre los efectivos reales prestando servicios y la dotación de la plantilla orgánica; en la que exista una
“necesidad urgente” de garantizar adecuadamente las necesidades asistenciales; y en la que exista
“dificultad de provisión del puesto” mediante los sistemas ordinarios de selección y provisión.
Para hacer frente al actual escenario de
déficit de profesionales en diferentes especialidades médicas, sobre todo en la Atención Primaria, la
Mesa Sectorial de Personal de Instituciones Sanitarias de Cantabria ha pactado
bonificaciones, en primer lugar, en cuanto a la
duración contractual de la relación sanitario y Administración. Es decir, que una vez se analice y declare la plaza de difícil cobertura, el profesional que decida cubrir dicho puesto estará en él durante
tres años. Después, esa plaza saldrá a concurso dentro de una Oferta Pública de Empleo (
OPE), aunque se resolverá mediante
concurso de méritos.
Ventajas por trabajar en plaza de difícil cobertura
El mérito principal del proceso selectivo será la
experiencia laboral en esas plazas de difícil cobertura, pues está diseñado para que, tras esos tres años trabajando en ese puesto, la plaza la ocupe ese mismo profesional sanitario. Para ello,
sindicatos y Consejería han pactado una serie de ventajas para esos sanitarios. Por un lado, tendrán beneficios en cuanto al cómputo del tiempo trabajado. Es decir, tal y como recoge el documento,
se contará tres veces más el tiempo trabajado en las zonas de difícil cobertura que en el resto del sistema sanitario.
Si ese profesional consigue quedarse con esa plaza, tras el año a la toma de posesión de la misma, podrá solicitar un traslado a un área más urbano o a la que considere. Tras esos
cuatro años de estabilidad en la plaza de difícil cobertura, el sanitario recibirá
0,60 puntos por mes trabajado. El profesional que trabaje en un puesto ordinario recibe 0,20 puntos por mes, por lo que el plus que recibirán a partir de ahora por trabajar en puestos de difícil cobertura se triplicará.
Por otro lado, esos mismos sanitarios podrán acceder a la
carrera profesional con mayor rapidez, pues
por cada año trabajado recibirán 1,5 puntos. Es decir, que esas plazas tendrán una puntuación específica. Tal y como han recalcado voces sindicales presentes en la negociación, también han acordado con la Administración que, tras un año de jornada en la plaza de difícil cobertura, el profesional puede renunciar a ella sin percibir
ninguna sanción, cuando hasta ahora ese margen era de dos años.
Valoración de sindicatos
CCOO (Comisiones Obreras) y
Satse (sindicato enfermero) han sido las dos centrales que no se han adherido al pacto. La segunda porque, según fuentes de la Mesa Sectorial, “dicen
no verse representados” en el texto. CCOO, por su parte, ha tildado de “pobre y restrictivo” el texto, señalando que “va a provocar
agravios entre profesionales de distintas categorías y áreas de salud”. Además, desde CCOO han denunciado que “no parece que vaya a solucionar el
problema del déficit de profesionales”, en un documento en el que han considerado que hay “discriminación” entre la
Atención Primaria y especializada. “Se ponen en riesgo las plazas ofertadas actualmente en OPE y traslados”, han finalizado.
Desde CESM, sin embargo, han valorado “positivamente” el acuerdo, que ha llegado en una situación “crítica” tanto en el área sanitaria del
Hospital de Laredo como en otras rurales. “Esperamos y confiamos en que (el acuerdo) sea suficiente para que los médicos que terminan la residencia quieran
quedarse en la especialidad, que lo vean atractivo”, han subrayado fuentes de CESM a este diario. No obstante, el Sindicato Médico teme quedarse “corto” y no logren “
atraer a los residentes que vayan acabando”. “No tenemos más margen”, han esbozado.
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