Redacción. Santa Cruz de Tenerife
Manuel Vilches, director general del IDIS.
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Siete de cada diez canarios combinan la sanidad pública con la privada, y tan solo un cuarto de los entrevistados utiliza en exclusiva la segunda opción, según una encuesta realizada por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
La misma cifra se aplica a las personas que contratan un seguro de salud, siendo un 30 por ciento de los canarios los que utilizan una mutualidad, y quedando prácticamente descartada la modalidad del rembolso de gastos.
La sanidad privada es así preferente en todos y cada uno de los servicios analizados, especialmente en el caso de acudir al especialista.
Asimismo, pasa de superar en 12 puntos a la sanidad pública en el ingreso hospitalario, a estar ahora 22 puntos por encima, aunque la preferencia de los pacientes a la hora de acudir al servicio de urgencias ha aumentado en la Seguridad Social.
La antigüedad media de los asegurados en la sanidad privada es de 5,7 años, dato que se reduce si se compara con las oleadas de 2012 y 2013, y el perfil del paciente ronda los 45 años de edad.
Los motivos para decantarse por los centros privados son varios: la rapidez en ser atendido, el confort de las instalaciones, el trato personal o la información que recibe el paciente, continúan siendo las principales razones.
Respecto al nivel de satisfacción, los datos de la sanidad pública son también inferiores a los de la privada. Así, se sitúa en un 52 por ciento frente a un 79 por ciento en la privada.
Por ello, el 70 por ciento de los encuestados recomendarían la afiliación a un seguro de carácter privado, a pesar de sus desventajas, entre las que de manera espontánea destacan el coste, las tecnologías o la cantidad de clínicas y su cobertura.
Ginelecología, principal motivo
El principal motivo por el que se acudió a la sanidad privada en el último año fue como consecuencia de una consulta ginecológica, seguido de una consulta oftalmológica o de un proceso dermatológico. Destacan los descensos en los procesos urológicos, traumatológicos y cardiovasculares con respecto a la ola anterior.
En dos de cada diez ocasiones, los usuarios que combinaron ambas asistencias no tuvieron en cuenta las pruebas realizadas en la privada, y duplicándose en la pública, en el 42% de los casos, determinadas pruebas, sobre todo, analíticas y, en menor medida, resonancias y radiografías.
El tiempo medio de espera en la sanidad privada es 10 veces menor que el de la pública para la realización de una prueba diagnóstica, 6 veces menor para obtener los resultados de la misma y 7 veces menor para someterse a una intervención quirúrgica.
Así, la Seguridad Social presenta una cifra media de 73,7 días a la hora de que se conceda un cita para una prueba diagnóstica, y 124 hasta que se practica una intervención para la que estaba esperando.
Ingresos y Urgencias
Uno de cada dos ingresos hospitalarios continúan siendo consecuencia de una operación quirúrgica, y la valoración de la asistencia recibida durante los mismos es positiva por los pacientes: rozando el sobresaliente.
Por otra parte, el 60 por ciento de los asegurados ha acudido en el último año a un servicio de urgencias, sin diferencias significativas en cuanto a la frecuencia media según se trate de un centro público o privado. Una tercera parte de los entrevistados lo hizo en ambulancia, tratándose, en un 74 por ciento de los casos, de una ambulancia privada.
El sector hospitalario privado representa el 52 por ciento de los hospitales y el 35 por ciento de las camas en Canarias, ubicándose un total 2.037 camas en 17 hospitales generales.
El informe del IDIS refleja una mejora en la imagen general de la sanidad privada respecto a oleadas anteriores, solo siendo superada por la pública en lo que a la capacitación de los médicos se refiere.
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