María Mercedes Coello, gerente del Hospital General de La Palma.
A pesar de los
indicios de erupción que anunciaron los movimientos sísmicos que venían produciéndose desde hace días y la alerta amarilla activada por el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán), a los vecinos de
La Palma les pilló de sorpresa el momento justo en el que
el volcán Cumbre Vieja decidió entrar en acción. No se preveía que el acontecimiento fuera a ser tan pronto. En unas horas, 5.000 vecinos evacuados y la puesta en marcha de los
recursos y equipos sanitarios previstos para dar respuesta a las acciones contempladas en el plan de evacuación de La Palma (Plevepal), que
trasladaron por seguridad al antiguo acuartelamiento de El Fuerte a 50 personas con movilidad reducida.
Tan solo 24 horas después,
María Mercedes Coello, gerente del Hospital General de La Palma, manda un mensaje de tranquilidad y anuncia en
Redacción Médica que este mismo martes,
tan solo 48 horas después de la erupción, el centro recuperará su actividad normal después de haber reorganizado su actividad en tiempo récord para garantizar la atención sanitaria ante la erupción volcánica.
Coello: “Todo marcha bien, como un espectáculo, pero retomando el control”
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La actividad del volcán
obligó a suspender las consultas, excepto las de Oncología, Neumología y Alergología, que se decidió mantener; y
los quirófanos limitaron su actividad tan solo a procesos oncológicos, cirugías inaplazables y urgencias. De este modo, se preparaba al hospital para una situación de catástrofe, algo que finalmente no ha ocurrido y que “no parece que vaya a suceder”.
Los
centros de salud, que este lunes han comenzado a atender pacientes solo bajo demanda, recuperarán las citas y su actividad habitual este mismo miércoles. El objetivo siempre, y en todo caso, “evitar que la patología banal llegue al hospital” en un contexto de emergencia que finalmente no se ha producido.
Ni un sola persona atendida por la erupción del volcán
“Está todo bien organizado, aunque fue una locura porque no esperábamos que aún fuera a explotar”, reconoce Coello, quien sostiene que, en el momento en que se redacta esta información, aún no se ha atendido a ninguna persona con motivo de la erupción del volcán. “Ni siquiera eso hemos tenido”, indica. No obstante, no descarta que en los próximos días lleguen pacientes, previsiblemente con quemaduras e intoxicaciones, por acercarse demasiado a divisar el espectacular pero arriesgado acontecimiento que supone una erupción volcánica.
“Todo marcha bien, como un espectáculo, pero retomando el control”, sostiene Coello, quien aprovecha la ocasión para dar un toque de atención: “No sé cómo fallaron tanto las previsiones, porque había muchas indicaciones. Tenían que haber desplazado antes a la gente al acuartelamiento de El Fuerte”.
Plan contra catástrofes
En caso de que la situación fuera a mayores,
el Hospital cuenta con un plan contra catástrofes con el que se volvería a reorganizar su actividad para ofrecer exclusivamente servicios de urgencias e inaplazables, y se abriría un hospital de campaña destinado al triaje y consulta de acontecimientos que revistan menor gravedad, como los de tipo ambulatorio. Además, cada servicio hospitalario cuenta con su propio plan de contingencia.
Coello explica a este diario que ese escenario de “catástrofe” es improbable debido a cómo ha sido la erupción y la geografía de la isla.
“El hospital se encuentra en la mitad este de la isla, mientras que la lava volcánica está cayendo en la vertiente oeste”.
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