Cardiólogos del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria han implantado a cinco pacientes un novedoso modelo de desfibrilador automático subcutáneo que a diferencia de dispositivos anteriores, posee un electrodo bajo la piel en lugar de un cable que conecta con el corazón y cuya función es regular el latido del corazón.
Este aparato está especialmente indicado para personas que presentan patologías cardiacas con riesgo de muerte súbita por arritmias graves y malignas, informa la Consejería de Sanidad en una nota.
Implantarlo requiere el paso del paciente por el quirófano en una intervención que no supera la hora de duración y en la que los especialistas colocan de forma subcutánea un dispositivo de unos 8 centímetros que dispone de un electrodo que funciona como antena.
Este 'sensor', señala, es capaz de percibir si tras un intervalo de tiempo prolongado se registra una arritmia considerada maligna y ordena entonces una descarga eléctrica para evitar el riesgo de parada cardíaca fulminante.
Una de las novedades que presenta este desfibrilador automático subcutáneo es que también permite su control y seguimiento de forma remota, de manera que los especialistas pueden controlar al paciente desde su domicilio gracias a un teléfono móvil que recoge todos los datos posibles de su implantación y cuyos datos se monitorizan desde el propio centro hospitalario.
"Con este sistema podemos realizar un seguimiento más preciso de estos casos graves y detectar si durante la noche, por ejemplo, se han producido arritmias que el paciente no haya detectado, por ejemplo", explica Julio Hernández, jefe del servicio de Cardiología.