El SCS incorporará 18 psicólogos clínicos a la Atención Primaria

La Dirección General de Programas Asistenciales, perteneciente a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha elaborado el documento marco en atención psicológica en Atención Primaria en Canarias. Entre las medidas concretas que se proponen en el documento destaca el compromiso del departamento sanitario de incorporar 18 profesionales de la Psicología clínica a la Atención Primaria durante 2022.

Con este documento forma parte de la Estrategia Integral de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, donde se establece como uno de los objetivos el impulso a las acciones vinculadas a la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.

Con vistas a fomentar la intervención temprana y eficaz sobre los síntomas vinculados a trastornos mentales, el documento plantea la posibilidad de que sean los médicos de Familia quienes puedan derivar de forma directa y según la patología que presente el paciente, al profesional de Psicología clínica. Este último será el encargado de establecer una línea de abordaje específica, así como la derivación al dispositivo asistencial que corresponda según cada caso.

Funciones del profesional de la Psicología Clínica

Como principal novedad, el documento marco recoge las las funciones del profesional de Psicología Clínica en Atención Primaria en cuatro ámbitos específicos.

Así, se plantea la prestación de atención psicológica a la población a través de la atención directa y mediante protocolos o programas de salud en coordinación con el resto del equipo multidisciplinar; siendo responsabilidad del psicólogo clínico la contribución  con otros profesionales en las tareas de recuperación e integración social, y realizar consultorías tanto con pacientes como con otros profesionales del centro de salud o de la Unidad de Salud Mental.

En cuanto a la intervención comunitaria, entre las funciones del psicólogo clínico se establece que deberá realizar, junto a  otros profesionales del equipo, intervenciones en los ámbitos educativo, familiar y social para la prevención y promoción de la salud mental en adicciones, violencia, trastornos de la conducta alimentaria y salud afectivo-sexual, entre otros.

También se contempla un apartado de formación y docencia, con el objetivo de impulsar la participación en las actividades de formación pre y postgrado en colaboración con las Universidades y en programas de formación continuada que se establezcan, a través de sesiones clínicas, bibliográficas y cursos.

Finalmente, el documento marco establece el compromiso de fomentar los trabajos de investigación que contribuyan a mejorar la detección de problemas de salud, para elevar así la calidad asistencial y colaborar con otros profesionales en relación a la salud.