De izqda a drcha: Elena Pérez, Sandra Ellingson, Isabel Espino y Ana Joyanes, representantes de la Asociación de Médicos de Atención Primaria de Canarias.
En la
Atención Primaria “no todo es covid”. Tras una sexta ola de contagios que parece comenzar a descender los médicos de las Islas Canarias vuelven a hacer frente a los problemas que vienen acarreando años, los cuales se han visto acrecentados por la pandemia y suman nuevas incorporaciones. Así, al
exceso de burocracia, las
listas de espera y falta de personal se suman otros menos conocidos, como es la
atención sanitaria a extranjeros que no se comunican en
español.
Desde la
Asociación de Médicos de Atención Primaria de Canarias, creada en 2020 con facultativos de Medicina de Familia, Comunitaria, Pediatras y MIR de todas las islas, denuncian la f
alta de recursos a los que se siguen enfrentando los galenos, quienes siguen
asumiendo tareas administrativas que suponen
un incremento en las listas de espera.
Tal y como señala la portavoz de la asociación,
Elena Pérez, “a parte de todo el tema covid, que parece que solo es el covid, la Atención Primaria tenía muchos problemas de antes. Llevamos solicitando que se haga un
control del número de pacientes que se pueden ver por días, y que nos quiten el número tan alto de tareas administrativas que tenemos que nos quitan horas de consulta. Estas tareas administrativas nos hacen que sea muy difícil
bajar las listas de espera”.
Unas listas de espera que estarían aumentando progresivamente debido al
poco tiempo de atención en consulta y la necesidad de pasar por la Atención Primaria para iniciar cualquier trámite. A esta realidad, en las islas se suma un segunda dificultad, y es que en los centros más turísticos como Más Palomas hasta 4 de cada 10 pacientes
son extranjeros que no dominan el español.
“Con la crisis migratoria en la zona de salud hay varios centros de acogida de menores y es muy difícil atenderlos"
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Las barreras idiomáticas están divididas en dos frentes en estos centros. Por un lado, como destaca Pérez, “tenemos a los
extranjeros que viven aquí o que pasan seis meses al año, que ellos saben que
deben de venir con sus traductores y no lo hacen”, señala Pérez. Se trataría sobre todo de turistas o residentes europeos que acuden a la sanidad canaria sin dominar el idioma y sin el traductor que se le recomienda.
Junto a ellos, otro colectivo también acude a la atención sanitaria con una
doble barrera, la idiomática y la cultural. Se trata de los
jóvenes migrantes procedentes de África, quienes en la mayoría de casos no hablan más que sus dialectos o árabe, requiriendo una atención más urgente y de ámbito psicológico. Así, en palabras de la portavoz de la asociación “con la crisis migratoria en la zona de salud hay varios centros de acogida de menores y es muy difícil atenderlos. Hay una
aplicación del Servicio Canario de Salud pero se queda muy corta porque solo trata temas de dolor o de molestias puntuales. En estos casos sí hemos pedido que
vengan con traductor, que busquen traductores de árabe o de dialectos muy concretos de las zonas de las que vienen”.
Dos caras de la misma moneda que requiere soluciones distintas. Así, como expone Pérez “poner un servicio pagado por el Servicio Canario de Salud sería para determinados casos que de verdad lo necesitan, como los menores, no para otros que a lo mejor habría que
pasarles la factura. Son situaciones diferentes y habría que tenerlo claro”.
Exceso de burocracia en la Primaria
Desde la Asociación de Médicos de Atención Primaria de Canarias el principal problema que destacan de su
situación actual es el exceso de burocracia. Una dificultad que se ha visto agravada en los últimos años con la
derivación de tareas de la asistencia Hospitalaria hacia la Primaria.
Para solucionar estos problemas, la asociación
ya ha planteado varias alternativas al servicio Canario de Salud. En concreto, “hemos pedido que creen un
organismo administrativo mixto, tanto de Atención Primaria como Hospitalaria, que lleve la gestión de las
citas. Atendemos consultas que solo son para pedir información sobre la hora o cómo acudir a un especialista, y esto se podría hacer
vía telefónica por parte de un equipo de administración o con un profesional sanitario si fuera más específico de información de alguna prueba”.
Además, tal y como expone Pérez “a parte de las tareas administrativas que nos vienen de los hospitales también tenemos las nuestras propias. Llevamos desde septiembre de 2020 pidiendo que
nos saquen de las consultas las solicitudes de transporte no urgente”. Esta gestión supone para los médicos de Primaria tener que tramitar la solicitud de ambulancias para que los pacientes acudan a los especialistas, un trámite que “es un
papel administrativo que podría incluirse en un servicio no médico, que cuando tuvieran cita los propios pacientes pudieran llamar y se les tramitara la ambulancia. Son piedras en el camino muy antiguas y no se ha cambiado nada. Hay muchos centros de salud con muchos pacientes al día y con
listas de espera de 10 días y este tipo de gestiones solo acarrea más lentitud en la asistencia presencial”.
A las listas de espera se suman el alto número de pacientes por día. Una realidad ante la que la Asociación de Médicos recalca que “hay que entender que un médico no puede estar viendo
50 pacientes al día de forma diaria y desde hace años, hay que poner más personal”.
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