Redacción. Palma
Después de un mes desde la puesta en marcha de la UCSI II (Unidad de Cirugía Sin Ingreso) que se ha especializado en la realización de endoscopias y gastroscopias, se han contabilizado un total de 166 pruebas a pacientes, tal y como ha explicado el jefe del servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital de Manacor, Luis Cueto.
El jefe del Servicio de Anestesia y Reanimación, Luis Cueto, la supervisora de UCSI, María González, y dos enfermeras del Servicio en la nueva UCSI del Hospital.
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Esta Unidad de Cirugía Sin Ingreso depende del servicio de Anestesia y cuenta en la unidad con enfermeras y auxiliares de enfermería que, a su vez, dependen de la UCSI principal. Se ha habilitado una área de recuperación específica para estos procedimientos dotada de monitores, toma de oxígeno y de vacío y personal sanitario para observación del paciente hasta el alta del hospital, con la finalidad de poder realizar una atención más adecuada y de mayor calidad a los pacientes.
El jefe del servicio de Digestivo, Dr. Andrés Sansó explica que en los últimos años ha aumentado de forma muy significativa la demanda de procedimientos endoscópicos. Actualmente la prueba con mayor demanda es la colonoscopia que es una técnica que ha demostrado su eficacia diagnóstica y terapéutica en múltiples patologías gastrointestinales, aunque de forma muy especial en el cáncer colorectal.
La gastroscopia es una prueba médica que sirve para diagnosticar y tratar enfermedades del tubo digestivo superior, es decir, del esófago, el estómago y el duodeno. Ambas pruebas además de permitir el diagnóstico de múltiples enfermedades gastrointestinales también permiten la realización de procedimientos terapéuticos (polipectomias endoscópicas, extracción de cuerpos extraños, colocación de sondas de gastrostomia para alimentación, tratamiento de lesiones sangrantes del tubo digestivo, tratamiento con bandas elásticas de las varices esofágicas, dilatación de estenosis y colocación de prótesis enterales) que en muchas ocasiones permiten evitar una intervención quirúrgica. Durante muchos años los procedimientos endoscópicos, casi siempre desagradables y a veces dolorosos, se practicaron sin ningún tipo de sedación o analgesia. El desarrollo de las técnicas de sedación tiene el objetivo de mejorar la tolerancia de la endoscopia y reducir el temor a estas exploraciones. La sedación y la analgesia, en la endoscopia gastrointestinal, reducen o eliminan la ansiedad, el dolor y el recuerdo desagradable del procedimiento, un objetivo especialmente importante teniendo en cuenta la frecuencia con la que es necesario repetirlo.
En la actualidad la sedación es considerada como un «componente integral» de la exploración endoscópica. Su demanda ha aumentado en la última década no solo por reducir la ansiedad y el malestar del paciente, sino también porque proporciona un entorno apropiado para realizar una exploración completa. Este hecho es especialmente importante si se considera la progresiva evolución hacia la realización de un mayor número y complejidad de las técnicas endoscópicas.
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