Julio Bruno. |
"Se trata de medidas que dañan gravemente la equidad y la universalidad de las prestaciones", ha asegurado Bruno, en unas declaraciones distribuidas por el Principado a través de una nota de prensa con motivo de un encuentro de Bruno con medio centenar de médicos de Atención Primaria del área sanitaria V y con representantes de la asociación gitana de Asturias Unga para buscar líneas de mejora en la atención a los problemas de salud de las personas de esta etnia.
En el acto estuvieron presentes además la gerente del Área V, Montserrat Bango, la jefa del Área de Promoción de la Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Begoña Merino, y José Antonio Jiménez, en representación de Unga.El director general puso de manifiesto que la situación de los gitanos en Asturias no es homogénea ya que algunos de sus miembros están perfectamente integrados en la sociedad, otros están algo menos integrados y algunos permanecen en situación de exclusión. En estos dos últimos grupos, la población gitana sigue presentando problemas de salud algo peores que los del conjunto de la población que se reflejan en una menor esperanza de vida.
De ahí, ha añadido, la necesidad de seguir trabajando con Unga para modificar los determinantes de salud y de conducta de la población gitana que tienen que ver con hábitos higiénico sanitarios, alimentarios y reducción de consumo de sustancias tóxicas. También en programas específicos de salud infantil y salud de las mujeres, ya que se considera que las mujeres de etnia gitana tienen un papel decisivo.Salud pública ha puesto además a disposición del colectivo Unga y de los profesionales de atención primaria como herramienta de trabajo el uso de la red de activos comunitarios del Observatorio de Salud en Asturias (OBSA) para seguir incidiendo en la modificación de los determinantes de salud de esta población.