El consejero de Sanidad, Francisco del Busto; el portavoz de Podemos, Andrés Fernández Vilanova, y el del PP, Carlos Suárez.
Son numerosos los médicos que están pendientes de cómo y cuándo se celebrarán las pruebas de la
OPE de 2016 en Asturias, con más de 350 plazas para facultativos. En contra del criterio de la Consejería de Sanidad, es muy probable que las pruebas sean de tipo test y se proscriban las
pruebas orales y escritas que han generado
numerosos recursos por supuestos amiguismos.
El Parlamento regional del Principado de Asturias
debatirá y previsiblemente aprobará en el Pleno del
viernes 4 de noviembre una
proposición de ley planteada por Podemos que insta al Gobierno a modificar los exámenes de las próximas oposiciones de médicos especialistas para que las pruebas se realicen de manera objetiva y “anónima”, lo que implicará hacerlas mediante formularios pautados que se corrigen con plantilla.
En concreto, la propuesta pide
garantizar “el anonimato de las respuestas de cada aspirante”, de modo que el Tribunal “no pueda conocer a quién pertenecen los formularios de respuesta hasta que se establezca la puntuación definitiva”. De esa manera, a juicio del portavoz de Podemos en la Comisión de Sanidad,
Andrés Fernández Vilanova, se podrá evitar “que el clientelismo y la arbitrariedad vuelvan a empañar los procesos de selección de personal sanitario”.
Informe negativo del Gobierno
El
Gobierno del Principado de Asturias es abiertamente
contrario a esta idea y ha recibido la propuesta de la formación morada con un
informe desfavorable. Opinan desde la Consejería de Sanidad, según ha detallado a Redacción Médica un portavoz, que las
pruebas orales y escritas son necesarias para demostrar el conocimiento en determinadas especialidades.
No comparten este criterio, sin embargo,
la mayor parte de los grupos en la Junta General (cámara legislativa regional). Además de Podemos, votarán favorablemente a la propuesta al menos los diputados de
Ciudadanos y Partido Popular. Solo esos tres grupos ya suman la mayoría absoluta de
23 diputados.
Desde el Grupo Popular adelantan que
apoyarán “sin duda” la propuesta, dado que, a su juicio, complementa una moción que los conservadores presentaron en junio y que entre otras cosas pedía que se garantizará la “objetividad” de los exámenes.
Según explica
Carlos Suárez, el portavoz de este grupo en la Comisión de Sanidad, aunque el Gobierno
sí ha cumplido algunos aspectos de aquella moción, como no recurrir a una
encomienda de gestión al Instituto Adolfo Posada para organizar los exámenes de la nueva OPE (una de las cosas que más dudas ha sembrado en anteriores oposiciones), en lo fundamental se ha seguido sin cumplir. “Esta propuesta
viene a afinar lo que ya pedíamos”, señala.
Tramitación urgente
La norma planteada por el partido morado es de
tramitación urgente y lectura única. Esto implica que
no puede incluir enmiendas y que requiere una mayoría de dos tercios en la Junta de Portavoces para ser debatida en el pleno, lo que da idea del apoyo que puede concitar en la cámara. La razón del trámite de urgencia, según Fernández Vilanova, es que, de otro modo,
“su aprobación no llegaría a tiempo para la OPE de 2016”.
La aplicación de este mandato de la cámara, implicaría incluir
leves modificaciones en las convocatorias que ya están publicadas, las de Medicina de Familia y Anestesiología, entre otras, que aún permanecen sin fecha y sin haberse constituido los tribunales; el resto de pruebas de la OPE deberían convocarse con una nueva redacción.
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