Redacción. Zaragoza
El próximo lunes se presenta un código a los profesionales en el Colegio de Médicos de Zaragoza que reduce la mortalidad y minimiza las consecuencias del infarto agudo de miocardio en los pacientes. El documento, dirigido y coordinado por Isabel Calvo, jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Miguel Servet, ha sido realizado por profesionales de todas las especialidades implicadas en el tratamiento del infarto
Ricardo Oliván, consejero.
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En Aragón, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística registran en 2014 y en valores absolutos, un total de 640 defunciones por infarto agudo de miocardio, casi dos muertes al día, el 42 por ciento en mujeres.
Basándose en estos datos y en la necesidad de aunar esfuerzos para mejorar la vida y evolución de las personas que sufren un Infarto Agudo de Miocardio con Elevación del Segmento ST (IAMEST), nace el Código Infarto Aragón. Se trata de una estrategia de manejo del infarto agudo de miocardio en las primeras 12-24 horas de evolución basado en una red asistencial que marca las directrices para utilizar la Terapia óptima en cada caso.
De esta forma se consigue lo antes posible la restauración del flujo coronario y la adecuada reperfusión del tejido miocárdico (la restauración del suministro sanguíneo al tejido cardíaco que está isquémico como consecuencia de una disminución en el suministro normal de sangre). Es un proceso que implica a Atención primaria, Urgencias extrahospitalarias y hospitalarias y que se coordina por el 061-Aragón.
El documento del protocolo de asistencia ha sido elaborado por profesionales de todas las especialidades implicadas en el tratamiento del infarto (Hemodinámica, Cardiología, Cuidados Intensivos, Urgencias, 061-Aragón, Medicina de Familia, Enfermería) y avalado por la Sociedad Aragonesa de Cardiología, SEMES- Aragón de Medicina de Urgencias y la Sociedad Aragonesa de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias.
Con este plan se busca organizar la red asistencial sanitaria aragonesa de forma que todos los pacientes con un IAMEST sean reperfundidos con la técnica más adecuada en cada caso (angioplastia primaria o fibrinolisis). La red asistencial debe garantizar, por tanto, el acceso a la reperfusión en todos los casos en los que esté indicado y el retorno al hospital donde se inicie la fase posterior en las condiciones idóneas que garanticen en todo momento la calidad de la atención. Para conseguirlo es imprescindible la coordinación de todos los recursos asistenciales.
Cuando se detecta un infarto ya sea desde el domicilio del paciente o desde un equipo de urgencias, desde un centro de salud, o desde cualquier hospital de la comunidad, el 061 registra el episodio en una base de datos y pone en marcha los recursos adecuados para que el paciente reciba el tratamiento que precisa según un árbol de decisiones pre-establecido que incluye la angioplastia primaria (abrir la arteria mediante un cateterismo cardiaco) y la fibrinolisis (abrir la arteria con un fármaco y posteriormente hacer un cateterismo).
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