Elena Pardina, oftalmóloga del HLA Montpellier.
En el año 2000 la miopía afectaba al 22.9 por ciento de la población, y la miopía alta (más de cinco dioptrias) al 2.7 por ciento. Sin embargo, recientes estudios publicados prevén que en el
2050 la prevalencia de la miopía habrá aumentado hasta el 49.7 por ciento y 9.8 por
ciento en la miopía alta.
Los casos que más preocupan a los especialistas son los de miopía alta, es decir ya que tienen un
mayor riesgo de desarrollar desprendimiento de retina, glaucoma de ángulo abierto, aparición precoz de cataratas y otras condiciones asociadas con la miopía. Todas ellas pueden conducir a una reducción importante de la visión e incluso a la ceguera en un grupo de la población que se encuentra en un rango de edad relativamente joven.
Factores genéticos y ambientales
Los
factores genéticos condicionan la aparición de la miopía. El globo ocular crece en todas las direcciones hasta los dos años, a partir de esa edad, el crecimiento se produce principalmente en el eje axial. La miopía se puede entender como un
crecimiento excesivo de la longitud axial del ojo durante el proceso de emetropización, proceso a través del cual las estructuras ópticas del globo ocular van cambiando desde el nacimiento.
La miopía alta (más de cinco dioptrías) afectará al 10 por ciento de la población según estudios
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Pero existen también factores ambientales relacionados con la miopía. Se ha demostrado que la
realización de actividades al aire libre más de dos horas al día reduce el riesgo de aparición y progresión de miopía. Recientemente se demostró la menor incidencia de miopía en niños de un ambiente rural con mayor exposición al aire libre y menor tiempo de realización de actividades de visión cercana, comparado con niños de un ambiente urbano que pasaban más horas en interiores.
Todo apunta a un mayor riesgo de desarrollo y progresión de miopía al aumentar
el tiempo de actividades de visión cercana en niños. Se cree que es debido a factores biomecánicos como la fuerza de los músculos extraoculares y la contracción del músculo ciliar.
Elena Pardina, oftalmóloga del Hospital HLA Montpellier, incide en la importancia de
seguir unos hábitos saludables para que los ojos descansen. La actividad cotidiana y el exceso de consumo de dispositivos digitales en nuestro día a día causan fatiga visual y pueden derivar en otras patologías a largo plazo.
Por ello es aconsejable, según este hospital,
revisar la vista cada año, llevemos o no gafas, para prevenir posibles patologías o desgastes oculares y limitar el tiempo frente a las pantallas.
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