El presidente de Aragón concede una entrevista a Redacción Médica sobre su experiencia como paciente

Lambán: "Mi oncólogo, cirujanos y enfermeras me hacen la vida más fácil"
Javier Lambán, presidente de Aragón.


19 jul. 2021 18:30H
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El 15 de febrero de 2021, el presidente de Aragón, Javier Lambán, confirmaba en una rueda de prensa que padecía cáncer de colon. A sus 63 años, el titular del Ejecutivo aragonés confirmaba que la enfermedad no le iba a apartar de sus funciones y se mostraba confiado en su recuperación. Cinco meses después y tras haber pasado por quimioterapia y una intervención quirúrgica, el político socialista concede esta entrevista a Redacción Médica donde analiza el sistema sanitario desde la perspectiva del paciente; y donde habla también de su estado de salud y de lo que la enfermedad le ha ido enseñando.

Cuando uno está ingresado, ¿se acuerda de que es presidente de un Gobierno?

Hay situaciones que igualan a todos los seres humanos, independientemente de su procedencia o estatus económico y social y, afortunadamente, los hospitales públicos son templos de respuesta universal en la faceta más importante de los seres humanos: la salud. Me he sentido arropado por magníficos profesionales que me han proporcionado los mejores cuidados y la seguridad y confianza en un sistema público de calidad.

Usted tiene gran experiencia como gestor de bienes públicos como la sanidad, ¿qué ha sentido cuando ha visto de primera mano cómo trabajan los profesionales sanitarios?

Por un lado, te reafirmas cuando has defendido, sobre todo presupuestariamente, la apuesta por un sistema público de salud que no tiene parangón. Pero al mismo tiempo, eres consciente de que siempre queda más por hacer. Los seres humanos somos muy vulnerables y cuando la salud se resiente, necesitamos confiar en que estamos en las mejores manos, en las mejores instalaciones y sanados con los tratamientos más novedosos y la tecnología más puntera. Yo lo he sentido, lo he experimentado y me siento muy orgulloso de nuestra sanidad, en todos los niveles, así como de todos sus profesionales.

Los avances en el campo de la medicina, las incorporaciones tecnológicas, la apuesta por la innovación y la ciencia se acoplan a una apuesta del Gobierno de Aragón para convertir la sanidad aragonesa en un servicio público de primer orden, de excelencia.

Siempre ha defendido la sanidad pública pero ahora, desde esta nueva perspectiva vital, ¿ha avanzado de alguna forma en ese mismo pensamiento?

Como ya he dicho, tengo la conciencia tranquila sin caer en el conformismo. Presido el Gobierno de Aragón desde hace casi seis años y desde que entramos no hemos parado de aumentar el presupuesto de los servicios públicos de Educación, Servicios Sociales y de Sanidad, porque veníamos de una crisis muy dura que se trató de superar con recortes muy duros y que pusieron en riesgo la seguridad existencial de los ciudadanos. Tuvimos claro que la prioridad son los ciudadanos y su bienestar y, progresivamente, hemos llegado a superar niveles de antes de la crisis de 2008.


"Los hospitales públicos son templos de respuesta universal"



El presupuesto del Departamento de Sanidad había quedado muy menguado con los recortes en años anteriores y hemos revertido la situación construyendo nuevos hospitales y centros de salud, invirtiendo en tecnología y actualizando la oferta pública de empleo, creando más de 9.300 plazas en diferentes categorías, el mayor número en la historia del Salud. Gracias a esta oferta de finales de la legislatura anterior, se cubrió la mayor parte de las plazas de especialistas en los hospitales periféricos que siempre se habían considerado de difícil cobertura. Y esto, antes de vernos inmersos en la pandemia.

Este año hemos volcado todos nuestros esfuerzos en hacer frente al reto más desbordante que hemos padecido como sociedad y el presupuesto ha alcanzado la cifra histórica de 2.300 millones de euros, además de ampliar la contratación de otros casi dos mil trabajadores durante la pandemia.

El Departamento abordó varias líneas generales trasversales y entrelazadas entre ellas, dirigidas a un sistema sanitario inclusivo, adaptado a las personas, sostenible en el tiempo e inversor en tecnología.

¿De qué forma le han ayudado los médicos y las enfermeras a entender y asumir la enfermedad que padece?

Con información veraz, haciéndome partícipe de todo el proceso presente y futuro. No me defino como hipocondríaco, pero sí como una persona muy realista y sensible a cualquier alteración de mi salud, dado que cumplo años y sumo alguna que otra dolencia, como la diabetes. Sinceramente, no sabía cómo reaccionaría ante una situación que te desborda al conocerla. La palabra cáncer siempre produce inquietud, desasosiego, miedo... Sin embargo, ellos lo han hecho muy fácil. Es tan importante el tratamiento médico como el trato que dispensan, acompañando al paciente y sus familias. He sido intervenido quirúrgicamente hace algunas semanas, tras recibir previamente varias dosis de quimioterapia y debo confesar que soy el primer sorprendido en mi favorable recuperación. Y nada de ello sería posible sin su profesionalidad y proactividad.

Mi gratitud eterna a mi oncólogo, cirujanos, enfermeras y demás personal que me han hecho y siguen haciéndome la vida más fácil.

El cáncer es una enfermedad delicada, ¿ha sentido miedo con el diagnóstico; o la calidad del Salud y del SNS en general ayuda en buena medida a disipar los malos pensamientos?

Recibir el diagnóstico con la palabra cáncer incorporada tiene siempre un gran impacto en el paciente; y la gestión y el proceso mental de esa información es fundamental para afrontar el proceso de sanación, que siempre es dura pero cada vez es más tranquilizadora porque es más eficaz, gracias a los tratamientos y a los profesionales que los aplican.


"La palabra cáncer siempre produce inquietud, desasosiego, miedo..."



La medicina avanza y la pandemia ha acelerado procesos que apuestan por un nuevo concepto de atención al paciente totalmente adaptado a su situación. Se contextualiza la persona, su entorno personal y comunitario para lograr un sistema innovador, inclusivo y humano.

Estuvo ingresado en días de plena tercera ola Covid, cuando el sistema sanitario estaba todavía muy tensionado y posteriormente, ha sido intervenido. Aun así, ¿ha notado la cercanía de los profesionales que le han atendido?

Absolutamente, tanto en una fase como en otra el trato y la atención dispensada ha sido de 12 sobre 10. La sensibilidad de los equipos médicos se ha multiplicado, si cabe. Los enfermos oncológicos han seguido siendo atendidos incluso en los peores días en que la pandemia azotaba a los hospitales. Era importante acompañarlos en su situación personal en medio de unas circunstancias absolutamente perturbadoras que han resentido la recuperación de los enfermos, sometidos a más riesgos y obligados a confinamientos que no redundaban en su mejoría.

Por cierto, como presidente de Aragón que es, ¿le han pedido algo los médicos y enfermeras con los que ha tratado en el hospital?

No me han pedido nada, pero yo sí a ellos: que no dejen de hacer lo que saben con la misma entrega porque los enfermos somos vulnerables, necesitamos asirnos a su profesionalidad y a su trato humano, a su complicidad. Yo solo puedo responder a su compromiso con el del Gobierno de Aragón que, sin duda, seguirá teniendo entre sus objetivos el refuerzo del sistema público de salud.

Mucha gente padece cáncer y, como usted, sigue con su vida profesional y personal, ¿qué facilidades le ha dado el sistema sanitario para poder seguir con su vida, a pesar de la enfermedad?

Cada caso es único. Tan importante es para algunos incorporarnos a la normalidad, en parte porque nuestro propio proceso de recuperación es favorable, como para otros tomarse la vida con más tranquilidad, centrándose en su propio bienestar.


"Debo confesar que soy el primer sorprendido en mi favorable recuperación"



Para mí es vital seguir desempeñando una misión tan ilusionante como llena de responsabilidad y hacerlo en las mejores condiciones posibles, a lo que ellos me ayudan. Estar activo, tanto si vuelves al trabajo como si te dedicas a reponer fuerzas con descanso, es fundamental. Mantener fuerte nuestra mente es definitiva para afrontar cualquier reto, incluido superar el cáncer. Yo lo estoy.

Como paciente oncológico, ¿qué les diría a las personas que están en su misma situación?

Que confíen, que están en las mejores manos, que hay avances trascendentales, que el cáncer no significa muerte en la mayoría de las ocasiones, sino una estación en la que paramos y que obliga a reordenar nuestras prioridades pero que el tren sigue su camino.  Es importante el tratamiento y la actitud personal ante la enfermedad. Les animo a rodearse de los suyos y aplicar el humor siempre que puedan, así como a tomarse en serio los cambios que requiere el proceso, pero sin obsesiones.

La detección precoz es la mejor herramienta para combatir el cáncer. Afortunadamente, la sanidad aragonesa cuenta con el Plan de Atención Oncológica que engloba numerosas medidas, como la ampliación del cribado de cáncer colorrectal (se ha ampliado en un 150 % la cobertura del cribado de cáncer de colon y recto desde 2016), la creación de una unidad de paliativos pediátricos, así como la renovación tecnológica. Y serán muchas más las estrategias de este espectro que seguirán ampliándose progresivamente porque ese es nuestro compromiso.
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