Intervención en un quirófano del Miguel Servet.
8 jun. 2017 11:20H
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El Hospital Universitario Miguel Servet ha dado un paso más en el tratamiento del cáncer de mama intentando aportar mayor nivel de satisfacción a las pacientes y optimizando también el uso de los recursos hospitalarios. Así, el miércoles 31 de mayo se realizaron las dos primeras intervenciones quirúrgicas de cáncer de mama con radioterapia intraoperatoria sin necesidad de ingreso hospitalario.
En los dos casos, los cirujanos generales le extrajeron el tumor conservando la mama. Acto seguido y en el mismo quirófano, los especialistas en Oncología Radioterapia administraron la radioterapia directamente en el lecho del tumor, lo que evita que estas pacientes tengan posteriormente que recibir sesiones en el acelerador de electrones.
Posteriormente, los cirujanos terminaron la intervención y las pacientes pasaron a una zona de despertar. Sobre las siete de la tarde, las mujeres fueron dadas de alta y regresaron a sus domicilios, ha detallado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.
La cirujana Carmen Casamayor ha explicado que "la experiencia acumulada en cirugía ambulatoria y los progresos en la técnica anestésica permiten en la actualidad un nuevo planteamiento en la asistencia a la mujer con cáncer de mama, que hace posible ofrecer un tratamiento quirúrgico ambulatorio como alternativa al ingreso ordinario".
La facultativa ha destacado que este nuevo planteamiento precisa una adecuada selección de las enfermas y experiencia en los profesionales involucrados. Para llevar a cabo este proyecto, ha sido precisa la destacada implicación del servicio de Anestesia, entre otros.
Además, las mujeres han sido sometidas a los mismos tratamientos de las operaciones de cáncer de mama habituales, como la técnica del ganglio centinela de Medicina Nuclear y el control por parte de Anatomía Patológica.
Ganglios afectados
María José Sangrós, de Medicina Nuclear, ha detallado que la técnica empleada permite localizar qué ganglios linfáticos (situados en la axila habitualmente) pueden estar afectados o no por el tumor. Los médicos nucleares localizan estos ganglios, los cirujanos los extraen y los anatomopatólogos, en este caso la facultativa Beatriz Eizaguirre, lo analizan. Todos ello permite evitar vaciamientos axilares innecesarios, establecer un valor pronóstico y determinar la actitud terapéutica a seguir.
Todas estas intervenciones deben desarrollarse con el apoyo de Radiodiagnóstico y de Anestesia. La radióloga Silvia Cruz dio apoyo con una prueba ecográfica in situ para, entre otras acciones, corroborar que la sonda que hay que introducir en el lecho de tumor para administrar la radioterapia se realice de forma adecuada. La administración de la radioterapia estuvo planificada por el físico Sergio Lozares y supervisada por la oncóloga radioterápica Reyes Ibáñez.
El papel de la anestesia es clave en conseguir que este tipo de cirugía pueda ser ambulatoria. El anestesista Javier Martínez Andreu ha indicado que es preciso reducir la ansiedad propia de una operación quirúrgica de estas características, dar seguridad a la paciente, minimizar los efectos de la agresión quirúrgica --sobre todo control del dolor-- y aminorar los efectos secundarios de la anestesia (somnolencia, náuseas y vómitos).
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