"Frente al Covid-19 Aragón nota la defensa hecha de la sanidad pública"

El Ministerio de Sanidad ha validado el paso de Aragón a la fase 2 de la desescalada a partir de este lunes 25 de mayo. Es de las comunidades autónomas que está teniendo una incidencia menor durante lo que va de la pandemia de coronavirus.

"Sin lugar para la autocomplacencia" su presidente, Javier Lambán, repasa con Redacción Médica las 'Lecciones del Covid-19' que se han podido extraer hasta el momento, permaneciendo vigilante para que no aparezcan rebrotes.


¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?

En plena gestión de una pandemia, creo precitado hacer un balance muy preciso de aciertos y errores, dado que confluyen variables que solo con unos datos estables y con cierta distancia temporal, podrá valorarse mejor la oportunidad y alcance de cada medida adoptada.

En Aragón hemos abanderado varias iniciativas pioneras para frenar los contagios y aislar casos en residencias de mayores, así como impulsar hoteles-respiro para alojar a personal sanitario que no quería correr riesgos; hemos levantado dos hospitales de campaña de gran capacidad que no ha hecho falta utilizar, pero uno sigue disponible ante un posible rebrote. Hemos anticipado todo cuanto estaba en nuestra mano en el menor tiempo posible.

Pero en líneas generales, y hablando en conjunto del país, el peor de los pesares de todos los responsables institucionales es no haber podido llegar antes con el material de protección para los trabajadores sociosanitarios y de todos aquellos que estaban en primera línea en contacto con la enfermedad.

Esta situación se ha ido resolviendo progresivamente tras unos primeros momentos realmente desquiciantes para todos ante la falta de material que han sufrido todos los países del mundo en mayor o menor medida.

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"En Aragón estoy especialmente orgulloso del personal trabajador en la pandemia y de la sociedad civil en general que se ha volcado en cientos de iniciativas ciudadanas para facilitar mascarillas de tela, libros, tablets, comida y recados a personas solas o vulnerables, por citar algunas"

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En otro plano, un verdadero error ha sido politizar la situación y llevarnos a una crisis política y social que aún está por ver su desenlace.

Trato de quedarme con lo mejor de lo que somos capaces los españoles y eso es la solidaridad, la creatividad y la capacidad de respuesta ante la adversidad.

En Aragón estoy especialmente orgulloso del personal trabajador en la pandemia y de la sociedad civil en general que se ha volcado en cientos de iniciativas ciudadanas para facilitar mascarillas de tela, libros, tablets, comida y recados a personas solas o vulnerables, por citar algunas. Pero también estoy muy orgulloso y agradecido al tejido empresarial aragonés, que además de colaborar con gran éxito en conseguirnos material en los mercados asiáticos, hacer donaciones importantes, adaptar la producción al servicio de las necesidades, prestarnos logística para almacenamiento, están trabajando mano a mano con el Gobierno de Aragón en el programa de recuperación económica y social. Igualmente estoy agradecido y satisfecho con la unidad política de la Comunidad de Aragón, así como de todas las instituciones que estamos remando en la misma dirección.

Por muchos problemas que haya que resolver, siempre será más fácil encontrar soluciones si se hace entre todos y unidos. En Aragón podemos ser optimistas en este sentido.


Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?

Ya estamos organizando un plan de contingencia y todo el presupuesto de la Comunidad autónoma está 'reseteado' para ponerse al servicio de esta crisis sanitaria en presente y en futurible. Ahora, si todos somos cuidadosos y no bajamos la guardia, y con las lecciones aprendidas, así como una estructura ya creada para este fin, quiero creer que estaríamos más preparados que cuando empezamos.

En Aragón no hemos escatimado en contratación de más personal ni en adquisición de material y pese a que no hay lugar para la autocomplacencia, sí podemos decir que no nos hemos sentido desbordados ni en los peores momentos en las ucis hospitalarias.


¿Cree que cambiará la gestión que hace la Presidencia y la Consejería de Sanidad tras esta epidemia?, ¿de qué forma?, ¿considera prioritario un pacto por una mayor inversión en sanidad?

El Gobierno de Aragón ha funcionado en gabinete de crisis diario, adoptando medidas con visión transversal, con la implicación de todos los departamentos y al servicio del área de Sanidad y Servicios Sociales, y de ello, puedo sentirme muy satisfecho porque, aunque ya sabía que contaba con unos magníficos consejeros, me he ratificado en que son aún mejores gestores cuando se enfrentan a grandes dilemas y han hecho gala de una gran sensibilidad y empatía con los afectados.

La inversión en sanidad ha sido una constante en el Gobierno de Aragón desde que lo presido hace casi cinco años. Hemos inyectado más de 400 millones de euros en estos años y ello ha permitido estar mejor pertrechados ante la adversidad. Quizá eso se haya notado en unas y otras comunidades en función de las políticas realizadas a lo largo del tiempo. Yo soy un gran defensor de la sanidad pública y sus efectos son incontestables. Los aplausos en los balcones durante el confinamiento han evidenciado que los ciudadanos confían y quieren un sistema fuerte de salud y se lo debemos.


¿Cree que sería oportuno un debate no sobre la centralización de la sanidad sino sobre una mejor coordinación de los servicios de salud autonómicos?

La coordinación siempre es lo mejor y trabajar en una relación horizontal entre comunidades autónomas es muy útil para esta y otras situaciones, como por ejemplo, cuando en condiciones normales, colaboramos en servicios en zonas limítrofes.

Durante esta crisis, las videoconferencias de presidentes autonómicos con el presidente del Gobierno de España, así como todos los consejos territoriales de los ministerios con las consejerías de las autonomías, han tenido suficiente recorrido para arbitrar algunas medidas, darnos ideas y pactar decisiones como las prórrogas de los sucesivos estados de alarma o decisiones como la desescalada del confinamiento, prolongar los ERTEs, etc.