La presidenta de CESM-Satse Aragón, Mercedes Ortín.
El Gobierno de Aragón ha publicado un
manual sobre lenguaje inclusivo que pide que los profesionales sanitarios llamen “
criaturas” a niños y niñas para no hacer discriminación de género entre ellos. Del mismo modo, el manual recomienda que las formas femeninas de determinadas profesiones sean reconocidas no solo con el artículo femenino sino con la derivación femenina de la palabra. Así,
en lugar de decir, "la médico" se recomienda "la médica".
“Los roles que históricamente se han asignado a mujeres y hombres, y las ideas que como sociedad nos hemos formado sobre lo 'femenino' y lo 'masculino' contribuyen a configurar también el funcionamiento de la administración. El lenguaje que utilizamos, en definitiva,
configura nuestra administración”, señala la introducción del manual titulado
Lenguaje inclusivo con perspectiva de género. “Este manual contribuye al compromiso de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón con la
igualdad efectiva entre mujeres y hombres”, señala el texto.
De ahí que, a la hora de referirse a los menores de edad, en lugar de “niña” o “niño” el manual recomiende las formas “la/el infante” (
no "la infanta", por motivos obvios) o “la
criatura”. Además, en lugar de “ir al médico” se recomienda “ir a la consulta médica” o “al consultorio médico”. Y, en vez de “mujer” u “hombre”; o “mujer” o “varón”, son más aceptables: “la
persona”, “el ser humano”, “la
humanidad”, “la
población”, “la gente”, “el género humano” o “la especie humana”.
“La política de igualdad de género debe recomendar la forma femenina de aquellos términos que la poseen de manera consolidada"
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Siguiendo estos mismos principios, para no hacer distinciones de género entre sanitarios y no hacer la designación "enfermero" o “enfermera” sino “
personal de enfermería”, aunque “la política de igualdad de género debe recomendar la forma femenina de todos aquellos términos que la poseen de manera consolidada y también la de aquellos cuya forma femenina ha adquirido ya un cierto grado de frecuencia de uso”, como son la médico, la jueza, o la abogada.
En cuanto a la pertinencia del manual, el propio texto señala que “en el proceso de elaboración del diagnóstico del Plan de Igualdad del Gobierno de Aragón se detectó la urgencia de contar con un documento de referencia que facilitara el uso de un lenguaje integrador de ambos géneros en la comunicación, externa e interna, del Gobierno de Aragón y la Administración autonómica”, que esta obra viene a solucionar.
Reacción de los médicos
Mercedes Ortín, presidenta del Sindicato Médico y de Enfermería de Aragón (CESM-Satse), explica que entre los médicos y pediatras aragoneses el manual
ha sido recibido entre chascarrillos, especialmente por la cuestión de "la criaturas", aunque reconoce que aún no ha tenido tiempo para leérselo. Ortín, abogada de formación, señala que “la inclusión y la igualdad son un tema más profundo que el mero tratamiento del lenguaje”, y que además el Gobierno debería tener otras prioridades.
“Si lo prioritario para el Gobierno de Aragón es hacer este tipo de manuales y no le importa
tener la hora de atención continuada más baja para las médicos y los médicos… Y esto no es un tema de género sino un tema de profesión". Por último Ortín ha puesto en duda el valor de este tipo de medidas de cara los ciudadanos. “¿En qué repercute esto en la ciudadanía aragonesa?”, se ha preguntado.
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