La pública da a los diabéticos agujas de Shanghái sin sello de calidad

Los diabéticos en Aragón no aguantan más. El motivo: La mala calidad de las agujas suministradas por el servicio aragonés de salud. Unos treinta mil diabéticos en esta comunidad están recibiendo desde hace más de medio año agujas para suministrarse insulina que están defectuosas, según denuncia la Asociación de Diabéticos de Zaragoza, que apunta que "las agujas no están afiladas adecuadamente y se doblan y parten con facilidad"

Según recoge la Cadena SER, muchos diabéticos optan por saltarse las comidas para así evitar el pinchazo “porque les cuando la aguja se estanca y les rasga la carne” produciendo hematomas. En el peor de los casos la aguja llega a romperse.

Otro paciente relata que las agujas “no están bien afiladas ni bien lubricadas, y eso se nota en que la aguja atraviesa la piel y rompe las distintas capas”. Otras, según varios pacientes, vienen obstruidas impidiendo el flujo de insulina.

Las agujas de adultos tienen un tamaño de 8 milímetros y son las que más problemas están dando. Su producción depende de Enol Pharmaceutical, fabricadas en Shanghái. Las agujas que emplean los niños son de 4 milímetros, que aunque dan menos problemas que las fabricadas por Enol, también hay quejas de la Asociación de diabéticos. Estas son fabricadas por Dropelp y distribuidas por Izasa, de origen polaco. Ninguna de ellas cumple con el sello de calidad ISO, según fuentes afectadas.

Soluciones inmediatas 

El gobierno aragonés, que adjudicó este contrato a ambas empresas durante un periodo de cuatro años, ya ha anunciado que están estudiando las deficiencias de las agujas y no descartan “aplicar medidas para paliar las deficiencias”. Entre estas soluciones contemplan la revocación del contrato o la co-adjudicación a una segunda empresa.

El grupo parlamentario de Podemos en Aragón se ha sumado a las reclamaciones de las Asociaciones de diabéticos y han pedido la eliminación de estas agujas. En un comunicado, Podemos recuerda que anteriormente, el Gobierno de Aragón compraba las agujas a una industria ubicada en Fraga (Huesca) que cumplía los requisitos de calidad y que desde hace unos meses se adjudicó un contrato más económico a las empresas citadas y desde entonces las asociaciones de diabéticos en Aragón han presentado numerosas quejas por las "lamentables" condiciones de las aguja.