Javier Barbado. Madrid
El esfuerzo adaptativo de los profesionales para optimizar su trabajo permite que esta entidad andaluza, de naturaleza pública y creada en 1996, mantenga intacto su grado de rendimiento sin merma de la calidad de su servicio. Con todo, la institución dispone de menos presupuesto que en ejercicios anteriores (como, por otra parte, sucede con el resto de entidades similares tanto de esta comunidad autónoma como de las demás). En el último año, más de 200 especialistas ajenos a la Agencia han colaborado con ella, y, entre los campos evaluados con más hincapié, la entrevistada destaca los relacionados con los medicamentos de interés social y sanitario.
Teresa Molina, directora de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (Aetsa). |
¿Desde cuándo es directora de la Agencia?
Ahora mismo hace casi dos años de mi incorporación a la Agencia desde la Subdirección de Prestaciones del Servicio Andaluz de Salud, donde venía asumiendo la Jefatura del Servicio de Promoción del Uso Racional del Medicamento.
¿Cuál es la fórmula exacta de gestión por la que se rige la Agencia y qué competencias tiene?
La Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía es un organismo público creado por el Gobierno de la Junta de Andalucía en 1996, integrado en la Consejería de Salud y Bienestar Social y funcionalmente adscrito a la Secretaría General de Calidad e Innovación. Su fin primordial es la evaluación de tecnologías sanitarias, con criterios de eficacia, efectividad, seguridad y eficiencia, valorando su impacto sanitario, organizativo, económico y social, como recoge el propio Decreto de creación (318/96, de 2 de julio).
Todo ello con un objetivo final: promover el uso apropiado de las tecnologías sanitarias en el sistema sanitario público de Andalucía proporcionando la información necesaria para la toma de decisiones por parte de los clínicos, gestores y responsables políticos (en relación con aquéllas), y con ello mejorar la equidad y calidad de la atención sanitaria.
¿De qué clase de tecnología sanitaria hablamos?
Desde la perspectiva de la Aetsa, el término tecnología sanitaria lo usamos en su acepción más amplia, incluyendo en él equipos o instrumentos médicos y diagnósticos, medicamentos, procedimientos clínicos, herramientas de ayuda a la toma de decisiones para los pacientes y sistemas organizativos en los que se desarrolla la atención sanitaria. Todas estas líneas de trabajo se desarrollan en la Aetsa desde sus inicios, si bien en los últimos años hemos reforzado, especialmente, la línea de evaluación de medicamentos de alto interés sanitario y social.
Derivadas de la función evaluadora desarrollamos otras como son el análisis y revisión de la información científica publicada relacionada con la evaluación de las tecnologías sanitarias y su difusión entre los profesionales y los servicios sanitarios; la elaboración y difusión de guías de práctica clínica, recomendaciones y protocolos para el uso de las tecnologías sanitarias y de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento; y la promoción de la investigación científica dirigida a mejorar la metodología necesaria para la evaluación de los tecnologías sanitarias.
¿Qué relación tiene la Agencia con otras de índole estatal o de otras autonomías?
Con el resto de las agencias del Estado venimos manteniendo una de relación de colaboración y mutuo apoyo desde los inicios de nuestras respectivas andaduras. Actualmente esta colaboración se ha estrechado y formalizado al conformarse la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Sistema Nacional de Salud, de las que las siete agencias del Estado formamos parte.
¿Y con entidades evaluadoras de tecnología sanitaria privadas?
No mantenemos ninguna relación con entidades evaluadoras de tecnologías sanitaria privada.
¿Cómo funciona la evaluación de los productos tecnológicos en la práctica (cómo se examinan, quien da el visto bueno o los desecha, dónde se utilizan los que se aprueban y cada cuánto se reevalúan, etc.)?
El procedimiento de evaluación de una tecnología sanitaria en la Aetsa se pone en marcha como respuesta a las demandas o necesidades de información recibidas desde los centros, y también desde las unidades directivas de nuestra organización implicadas en la gestión de su uso adecuado a propuesta de la propia Aetsa. En este sentido, contamos con un proceso sistemático de detección y priorización de necesidades de evaluación que se realiza periódicamente en colaboración estrecha con centros asistenciales y sus profesionales y las unidades directivas mencionadas.
¿Qué protocolo se sigue para llevar a cabo la evaluación?
Entrando a describir a grandes rasgos el procedimiento de evaluación de tecnologías sanitarias que ponemos en marcha, diré que es un proceso sistemático, que se basa en un análisis exhaustivo de la literatura científica (utilizando para ello una metodología internacionalmente establecida) y que compartimos con otras agencias tanto nacionales como internacionales.
En este sentido, la Aetsa es miembro fundador de EUnetHTA, red colaborativa de agencias de evaluación europeas para el desarrollo y mejora de los procesos de evaluación, y de Inahta, red internacional de agencias de evaluación. Nuestra metodología de evaluación garantiza unos resultados rigurosos y fiables, y minimiza posibles sesgos en las recomendaciones propuestas.
El mantenimiento de la calidad de este proceso exige un esfuerzo continuo en la formación de nuestros profesionales que garantice la incorporación de las innovaciones metodológicas que en el curso del tiempo van surgiendo.
¿Se sirve la Agencia de evaluadores externos?
En el proceso de evaluación no sólo participan evaluadores de la Aetsa. Es un proceso participativo, en el que contamos con la con la participación de expertos clínicos que asesoran al equipo evaluador en distintas puntos del proceso.
En el último año, más de 200 profesionales han colaborado con nosotros. Adicionalmente, desde la Aetsa hemos promocionado y apoyado que esta evaluación pueda llevarse a cabo en los propios centros, por los propios profesionales y en el marco de las comisiones específicas correspondiente.
Para ello hemos elaborado diferentes guías para la introducción de tecnologías sanitarias –Guía GANT, para la introducción de tecnologías sanitarias-no medicamentos, Guía GIN-F, para introducción de medicamentos y Guía Gen, para pruebas genéticas–. Son documentos de ayuda metodológica que, como su nombre indica, guían al profesional, mediante preguntas estructuradas, en el proceso de búsqueda y síntesis de evidencias científicas sobre los principales criterios que fundamentan la decisión en la incorporación de nuevas tecnologías a los centros sanitarios.
El informe de evaluación obtenido de un proceso evaluador, que es normalmente el producto final, ha de servir, como ya hemos comentado, a los posibles destinatarios –clínicos, gestores o autoridad política– como herramienta de ayuda a la toma de decisiones en relación con la tecnología evaluada, cada uno a su nivel.
¿Cada cuánto tiempo se evalúa una tecnología?
Podemos decir que no existe un espacio de tiempo predefinido y que la evaluación de una tecnología sanitaria puede ser necesaria en cualquier momento del ciclo de vida de la misma.
La reeevaluación de tecnologías sanitarias ya en uso se realiza cuando se detectan nuevas evidencias científicas sobre la misma o sobre otra tecnología que pueda considerarse alternativa, que pudieran dar lugar a un cambio en los criterios de uso previamente definidos.
En el otro extremo está la evaluación de tecnologías emergentes. A través del Observatorio de Tecnologías emergentes de la Aetsa detectamos y priorizamos para su evaluación tecnologías sanitarias en la fase previa a su aceptación o adopción en el sistema sanitario, incluyendo aquéllas que se encuentran en la fase de investigación aplicada habiendo pasado la fase de ensayo clínico, pero cuyo uso aún no se ha extendido.
Esta evaluación precoz de las tecnologías emergentes tiene por objetivo identificar las características de éstas en términos de mejora en la práctica clínica, efectos adversos, aspectos éticos y económicos, lo que permite contrastar las posibles ventajas e inconvenientes de las tecnologías con respecto a otras ya establecidas. Se trata, en definitiva, de proporcionar información a los profesionales para maximizar los beneficios y minimizar las consecuencias indeseables de la introducción de nuevas tecnologías. La Aetsa forma parte de la red europea de intercambio de información sobre evaluación temprana de tecnologías emergentes: EuroScan.
Otras Agencias han asumido direcciones de fundaciones y entidades antes independientes con el fin de ahorrar gastos en la Administración. ¿Se ha reducido el presupuesto anual de la Agencia, y, de ser así, se va a mantener la calidad y eficacia de sus prestaciones?
Nuestro presupuesto se ha reducido con respecto a años anteriores, en coherencia, como no podía ser de otra manera, con el momento y el compromiso de nuestra Consejería con la estabilidad presupuestaria de la Junta de Andalucía. Aún así podemos garantizar el mantenimiento de la calidad y el nivel de producción de nuestra Agencia, gracias al nivel de competencia y compromiso de los profesionales de la Aetsa, que están haciendo un gran esfuerzo por optimizar la eficiencia en los procesos de evaluación. También, gracias al establecimiento de alianzas y la colaboración que tenemos establecidas con profesionales del SSPA.