Francisco Oliva, rector de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla y presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía.
Los
rectores de las universidades públicas de Andalucía no van a presentar recurso contra la creación del
grado de Medicina en la Universidad de Loyola, curso que comenzó la semana pasada y por el que se pronunciaron rotundamente en contra todos los centros públicos. El siguiente paso para lograr que este grado de Medicina no siga adelante es el de
"seguir la vía institucional", por lo que piden a la
nueva ministra de Universidades,
Diana Morant, que "sea consciente" de que el grado ha salido adelante en un momento "anómalo", a mediados de noviembre, lo que para los rectores supone un "perjuicio" a la enseñanza de Medicina.
"Vamos a esperar a ver qué dice el Ministerio. Una vez que se ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, la ministra de Universidades y proponerlo ante el Consejo de Ministros. Pero la ministra tiene que ser consciente de que
va a proponer que se apruebe un grado que ya ha sido puesto en marcha de una manera irregular y anómala a finales de noviembre. Por ello, estamos esperando cuál es la respuesta que da el Consejo ante una situación contraria a los
principios mínimos de calidad y que pone de manifiesto una situación privilegiada que no comprendemos", ha señalado a
Redacción Médica Francisco Oliva, rector de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla y presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía.
El rector ha insistido que, por el momento,
no tienen prevista ninguna reunión con la Junta de Andalucía: "Ya se propuso al Consejo Andaluz de Universidades, que no es un órgano vinculante, y la Junta ha decidido que no tiene en cuenta nuestra opinión, lo ha aprobado por decreto y este proceso ya va directamente al ministerio", por lo que queda seguir la vía institucional.
"El grado de Medicina en la Loyola perjudica el normal desarrollo de la docencia y daña notablemente la imagen de la enseñanza universitaria"
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"No" de las universidades al grado de Loyola
La rectora y rectores de las Universidades Públicas de Andalucía, ante la
aprobación de la autorización para impartir el
Grado de Medicina en la Universidad Loyola en este curso académico se han manifestado rotundamente en contra, ya que consideran que esta decisión
"daña notablemente" la imagen de la enseñanza universitaria y "perjudica el normal desarrollo" de la docencia y la calidad del servicio de educación superior prestado al alumnado.
"Nos oponemos a esto porque, en primer lugar,
se opone al decreto de organización de las enseñanzas universitarias en España 822/2021, en el cual se establece que, una vez aprobado el título por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía,
la ministra de Universidades tiene que presentarlo ante el Consejo de Ministros, tiene que aprobarlo, después tiene que publicarse en el BOE, y luego publicarse en el registro de títulos. Sólo cuando se cumplan todos estos requisitos se puede comenzar la enseñanza universitaria, y esto no se ha cumplido", asegura Oliva.
El segundo motivo de peso por el que las universidades públicas rechazan el grado de la Loyola es por un problema "obvio" de calidad: "
El curso no empieza a primeros de septiembre de una manera caprichosa, sabemos que es el tiempo imprescindible para que se imparta con toda la calidad y con las garantías de una máxima formación de excelencia a nuestros alumnos. Los alumnos de Medicina de la Universidad de Loyola van a perder dos meses y medio, por lo que
nos parece que no es admisible que se pueda empezar".
La Junta de Andalucía exige un "plan riguroso"
Sobre la respuesta de la Junta de Andalucía a la Universidad de Loyola de
exigir un "plan riguroso" en el que se recojan tanto la nueva programación docente que
garantice la impartición de todos los créditos del plan de estudio para este primer año, así como las garantías legales para el proceso de matriculación y el calendario de exámenes, los rectores recuerdan que ha sido "el propio consejero" el que ha reconocido que es "precipitado" el inicio de las clases.
"
Ni siquiera la Universidad de Loyola ha esperado a que se publique en el BOJA el decreto de implantación del título, empezaron antes las clases, por lo que creemos que
ese plan es insuficiente y precipitado. Los plazos naturales y el calendario académico no son algo caprichoso, sino que responde a las necesidades formativas de los estudiantes y es imposible recuperar nada más y nada menos que tres meses de clases. Las cuentas no salen y entendemos que lo que habría que haber hecho es
esperar al curso que viene, una vez el Consejo de Universidades les hubiera dado el visto bueno", concluye.
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