Andalucía nombra 9 directores de las Unidades de Gestión Clínica de Granada

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (Boja) ha publicado este martes 12 de julio el nombramiento de nueve directores de las Unidades de Gestión Clínica (UGC) vinculadas a los distritos de Atención Primaria de Granada.

Los nombramientos, aprobados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), dan respuesta así a las convocatorias por concurso de méritos presentadas el pasado mes de abril, dentro del sistema de puestos directivos y cargos intermedios de los centros sanitarios del Servicio de salud regional.

En concreto, el SAS ha nombrado a Francisco Javier León López, como director de la Unidad de Gestión Clínica  Valle de Lecrín; Susana Durán Jiménez, como directora de la UGC de Churriana de la Vega; Juan Luis Hernández Castillo, como director de la UGC de Alhama de Granada; Patricia Calvo Tudela, como director de la UGC de Loja; Helga Mª Castillo Bueno, como directora de de la UGC de Maracena; Gustavo A. García Herrera, como director de la UGC de Atarfe; Isabel Moreno González, como director de la UGC de Motril Este; Jessica Manuela Vallejo Hernández, como directora de la UGC de Almuñécar, y a Amelia Jiménez Aguilera, como directora de la UGC de Íllora.

Las funciones de estos nuevos directores pasan por gestionar y organizar las actividades, los profesionales y los recursos materiales y económicos asignados a la unidad, así como realizar las funciones asistenciales propias de su categoría.

Unidades de Gestión Clínica de Primaria en Granada

Las Unidades de Gestión Clínica tienen la autonomía para la organización y gestión de los recursos humanos y materiales asignados, pudiendo así prestar la asistencia sanitaria propia de su ámbito y nivel. En algunos casos, la cartera de servicios de una UGC incluye, además de servicios asistenciales, servicios clínicos de apoyo al diagnóstico y tratamiento como pueden ser los ofrecidos por laboratorio clínico, unidad de hemodiálisis y unidad de diagnóstico por la imagen.

El objetivo de las UGC es proporcionar una mayor efectividad y eficacia en el diseño organizativo sanitario, incorporando a los propios profesionales en la gestión de los recrusos. De esta forma, se posibilita una descentralización que dota a estas unidades de la capacidad e instrumentos para planificar y gestionar sus actividades.