Catalina García, viceconsejera de Salud de Andalucía.
La Dirección General de Consumo, de la
Consejería de Salud y Familias de Andalucía, con motivo del aumento, durante este periodo del año, del número de
personas usuarias de centros de bronceado ha elaborado una serie de
recomendaciones y pautas a la hora de utilizar este tipo de servicios. Entre las principales cuestiones, Consumo recuerda a la ciudadanía que las
personas menores de edad no pueden usar cabinas de bronceado, tal y como establece la normativa por la que se rigen este tipo de centros.
Actualmente, según informa la referida Dirección general, los centros de bronceado deben disponer de un
documento de carácter informativo que será presentado a la firma de las personas usuarias para su conformidad, antes de someterse a la
exposición de los aparatos de ultravioleta. El contenido mínimo de este documento debe hacer referencia a cómo las radiaciones ultravioleta pueden afectar gravemente a la
piel y a los
ojos, y al obligado uso de
gafas de protección frente a las radiaciones ultravioletas emitidas por los aparatos de bronceado.
Riesgos de las radiaciones ultravioleta
El documento del centro también debe especificar que las radiaciones ultravioleta pueden ser especialmente
peligrosas en personas usuarias de piel muy blanca, no debiendo ser utilizadas por personas que se queman sin broncearse; que presentan
insolación; que hayan tenido un
cáncer de piel o condiciones que predispongan a dicho cáncer. Las personas que hayan tenido antecedentes familiares deben también evitar su utilización, así como las mujeres embarazadas.
Las personas de piel muy blanca o que consuman ciertos medicamentos deben tomar precauciones
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Los centros de bronceado además informarán a las personas usuarias que deben tomarse las precauciones necesarias en los periodos de
tratamiento con ciertos medicamentos, entre otros, antibióticos, somníferos,
antidepresivos, antisépticos locales o generales, ya que estos aumentan la sensibilidad a las radiaciones. Además, advertirán
retirar bien los cosméticos aplicados antes de la exposición, no poniéndose ningún tipo de filtro solar.
En el referido documento deberán figurar los diferentes
fototipos de piel, el programa de exposición recomendado, teniendo en cuenta las duraciones máximas, la distancia de exposición y los intervalos entre las exposiciones.
Junto a esta información, los centros de bronceado deben facilitar a la persona consumidora un
calendario/ficha personalizada de utilización del aparato, al objeto de anotar en él las recomendaciones específicas, las sesiones de exposición radiante y el tipo de exposición de dosis total recibido con el fin de llevar un control de las mismas.
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