Primera entrevista de la consejera de Salud tras la desconvocatoria de huelga en Atención Primaria de Andalucía

Catalina García, consejera de Salud y Consumo, defiende la gestión público-privada en sanidad
Catalina García, consejera de Salud de la Junta de Andalucía, en el plató de Redacción Médica.


25 ene. 2023 18:30H
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Cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, llamó a la enfermera Catalina García (Barcelona, 1969) para asumir el cargo de consejera de Salud y Consumo, esta no se lo pensó dos veces: “No podía decirle que no, cuando llevas tanto tiempo reclamando y reivindicando las mejoras del sistema sanitario público en Andalucía, si te ofrecen este cargo no te lo puedes plantear”. Este miércoles, 25 de enero, aquella llamada cumple sesis meses. Catalina García, jiennense de adopción, llegó a la política “de la forma más bonita que hay”, siendo alcaldesa de su pueblo, Jimena (Jaén), donde estuvo 12 años compaginando la alcaldía con su otra pasión, la Enfermería. La titular de Salud acude al plató de Redacción Médica el día en el que ha logrado desconvocar la huelga de médicos en Atención Primaria, estableciendo unos cupos máximos de asistencia para los médicos. “La Primaria ha dicho basta, y es necesario que las administraciones atajemos los problemas que está sufriendo esta especialidad”, subraya Catalina García, con la satisfacción de que su región es una de las pocas comunidades que se libra, por el momento, del tsunami de movilizaciones médicas.

Vamos con lo más inminente de la actualidad sanitaria andaluza. ¿Cómo se ha fraguado el acuerdo que ha permitido este miércoles desconvocar la huelga de médicos en Atención Primaria?

Llevamos varios meses trabajando con el Sindicato Médico de Andalucía. Hemos llegado a un acuerdo que tendrá que ser ratificado en Mesa Sectorial, el cual permitirá a los médicos de Familia tener a 35 pacientes en jornada de mañana y 25 pacientes en jornada de tarde, donde se les pagará parte a través de la continuidad asistencial. Creemos que con este acuerdo podemos mejorar la calidad asistencial y la seguridad de la atención que se presta a los pacientes. Pero estamos ante un problema de déficit de profesionales que no solo lo tiene Andalucía, sino toda España. Mientras no seamos capaces de solucionar esas dificultades, tenemos que abogar por estas medidas y agradecer a los profesionales este sobresfuerzo. 

La Entrevista de Redacción Médica con Catalina García, consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.  


Precisamente este 25 de enero se cumplen seis meses desde que usted fue nombrada consejera de Salud. ¿Es este día uno de los más importantes que ha vivido como titular de la consejería?

Es un hito más. Hoy cumplimos seis meses de este Gobierno, pero el 16 de enero se cumplían cuatro años del presidente Juanma Moreno al frente de la gestión sanitaria de Andalucía. En muy poco tiempo se han conseguido objetivos muy importantes. Hoy es un acuerdo con el Sindicato Médico, pero nosotros llevamos dialogando en mesa sectorial mucho tiempo y fruto de ello han sido dos acuerdos muy importantes que han supuesto destinar 155 millones de euros más en las retribuciones de los profesionales sanitarios.

¿Prevén mejoras salariales para los profesionales sanitarios a corto plazo?

Nosotros tenemos ahora mismo abiertas dos mesas sectoriales para hablar de mejoras en Atención Primaria, tanto con profesionales como con sociedades científicas. Es ahí donde se negocian las mejoras. Sí te puede decir que cuando nosotros llegamos al Gobierno andaluz los profesionales sanitarios habían perdido un 4 por ciento de su remuneración. A día de hoy han recuperado de media un 14 por ciento de su sueldo.

En Andalucía han logrado desconvocar la huelga médica en Medicina de Familia que estaba anunciada, pero actualmente en España las manifestaciones y las huelgas se extienden por todo el Sistema Nacional de Salud. ¿La Atención Primaria ha dicho basta?

Sí, pero insisto: la Atención Primaria tiene dos problemas. El primero y principal es el déficit de profesionales sanitarios. En Andalucía, por ejemplo, en el año 2022 se han jubilado 687 profesionales. Este año se jubilarán 797 y de aquí a 2030 se jubilarán casi 6.800 más, de los cuales 2.917 son de Atención Primaria. En mi región venimos poniendo soluciones desde 2019 y empezamos a aumentar el número de plazas MIR. Hoy somos la comunidad que más plazas convoca para médicos especialistas. Lo que no es de recibo es que este año habrá 4.000 médicos que han hecho el examen MIR este fin de semana y se quedarán sin plaza. Hay algo más de 8.000 plazas convocadas y 12.000 aspirantes a plaza. Por tanto, habrá un descuadre de 4.000 personas que queriendo formarse no podrán. El segundo problema se centra en la necesidad de adaptar la Atención Primaria a la nueva realidad que viven los pacientes, donde hay una mayor cronicidad y pluripatologías. 

¿Qué alternativa proponen para estos médicos que no tendrán derecho a plaza?

Hay cierto consenso entre las comunidades autónomas en que convocando alrededor de 4.000 plazas MIR más durante cuatro años se podría solventar la falta de profesionales. Para ello hay que flexibilizar la acreditación de nuevas unidades docentes, tarea que depende del Ministerio de Sanidad. Nosotros, gracias al trabajo que venimos haciendo, podremos empezar a cubrir anualmente todas las jubilaciones en sanidad.

¿Se podría hacer una convocatoria extraordinaria este año para intentar aumentar la oferta actual y evitar que esos 4.000 médicos que menciona puedan elegir especialidad?

Eso fue lo que se le rogó a la ministra. Se le pidió modificar la convocatoria que ya estaba en marcha. Ella dijo que no. Entonces le planteamos que hiciera una convocatoria extraordinaria poniendo sobre la mesa plazas que están en déficit, por ejemplo la de médico Familia, anestesistas y Pediatría. En resumen, una convocatoria extraordinaria de especialidades deficitarias que permitiera dar una oportunidad a los 4.000 médicos que se quedan sin opciones.

¿Qué respondió el Ministerio de Sanidad a esa última propuesta?

No ha respondido. Ni a la propuesta de una convocatoria extraordinaria del Consejo Interterritorial para abordar este problema ni a la propuesta de aumentar la oferta MIR. Otro problema se encuentra en la acreditación de títulos de Medicina. A nosotros no nos gusta recurrir al personal extracomunitario. A nosotros nos gustaría que los 4.000 médicos que no podrán elegir tuvieran la oportunidad de formarse este año.
 
Catalina García durante la entrevista con Redacción Médica.

Catalina García durante la entrevista con Redacción Médica.


También se ha comprometido con los decanos de Medicina de Andalucía a facilitar el aumento de plazas de cara al próximo curso. ¿Se sumará la facultad de Medicina que quiere crear la Universidad de Huelva? 

Ya se está trabajando en ello. Este año hemos estrenado el grado de Medicina en Almería y Jaén. Son 120 plazas más que hemos sumado a la comunidad. Huelva está en esos trámites con la Consejería de Universidades para impulsar la creación del grado médico. Pero el aumento de plazas para estudiar Medicina tiene que ir acompasado de un aumento de plazas para hacer el MIR.

Otra de las reivindicaciones que han aprobado los médicos de Familia es su negativa a tramitar las bajas hospitalarias. ¿Andalucía está a favor de esta medida?

Los médicos de Familia se quejan, y con razón, de la excesiva burocratización a la que se ven sometidos diariamente. Ya se está trabajando con ellos para desarrollar un mapa competencial que les libere de esta tarea. Los médicos tienen que dedicarse al diagnóstico y al tratamiento para que otros profesionales que están dentro del equipo hagan ese trabajo burocrático, y para eso estamos formando a administrativos en salud. En esa labor de reducir su carga asistencial, en Andalucía hemos impulsado la consulta de acogida, con muy buenos resultados. Está implantada en 858 centros de salud, y ya cuenta con una capacidad resolutiva del 54 por ciento de las consultas, donde las enfermeras tienen un papel protagonista.

¿Puede la Enfermería colaborar en el proceso de tramitar las bajas al paciente? 

Todo lo que haga la Enfermería y no el médico, y que entra dentro de sus competencias, siempre debe estar muy protocolizado. Estamos trabajando en que las bajas que se produzcan en el hospital sean dadas por el especialista del propio hospital, aunque luego el seguimiento si es verdad que tiene que ser por el médico de Atención Primaria.

Según datos de la Consejería de Salud, desde que se suprimieron las subastas de fármacos se ha disparado el gasto farmacéutico. ¿Fue un error aquella reversión?

No tiene nada que ver la eliminación de la subasta de medicamentos con la subida contenida del gasto farmacéutico en Andalucía. Ese aumento del gasto revierte en la Consejería de Hacienda, no en Salud. Y es que, la subasta de medicamentos tenía un problema muy grave en Andalucía y era el desabastecimiento de fármacos en las oficinas de farmacia que obligaba a los farmacéuticos a dispensar medicamentos distintos de una manera continuada, con unos efectos perniciosos en una población mayor, muy medicada. También pudimos comprobar que los médicos de Familia se veían obligados a abandonar determinados tratamientos para los pacientes por no haber disponibilidad. Ahora, estamos teniendo un control muy exhaustivo sobre esos pacientes que exigen mucha medicación. Y ese aumento del gasto farmacéutico se justifica por ese control que hacemos sobre esa población envejecida.

Andalucía ha reclamado al Ministerio de Sanidad mayor agilidad para aprobar tratamientos y medicamentos innovadores ya acreditados por la Agencia Europea del Medicamento. ¿Exigen más competencias al Estado para ser la propia comunidad la encargada de aprobar estos fármacos?

Esa es una competencia del Ministerio de Sanidad y del Consejo Interterritorial, desde donde le pedimos más agilidad para aprobar estos tratamientos. Nosotros trabajamos para hacer accesible los tratamientos que se aprueban por la Agencia Española del Medicamento. Por lo tanto, no queremos esa competencia.

Cataluña sí ha exigido competencias específicas para ser ellos mismos los encargados en avalar sus propios tratamientos.

Nosotros creemos que la parte que tiene que ver con Europa debe llevarla el Ministerio de Sanidad. No tiene ningún sentido que la comunidad autónoma tuviera una agencia propia encargada de esa labor, diversificando algo que es entre el ministerio y la Comisión Europea. Entiendo el planteamiento de Cataluña, que es de ruptura, pero el resto de comunidades autónomas lo que pedimos al Ministerio de Sanidad es que ejecute y ejerza su competencia con agilidad y solvencia.


Volviendo al debate sobre la falta de profesionales sanitarios, ¿cómo se encuentran en la actualidad las bolsas de empleo del SAS? ¿Está preparado el servicio para asumir los retos que se avecinan, por ejemplo, en materia de jubilaciones?

En lo que respecta a médicos, no. La bolsa en Andalucía está a cero. Por eso nos vemos obligados a que los médicos tengan que hacer continuidad asistencial y a contratar profesionales extracomunitarios. En el caso de las bolsas de Enfermería o Psicología Clínica, vamos a hacer números para tener una visión de futuro y que no suceda lo mismo. Porque lo que ha sucedido con Medicina es que, en su momento, no se hizo una previsión. 

Una de las medidas que se han planteado desde el Ministerio de Sanidad y el de Seguridad Social es la de flexibilizar la jubilación médica. ¿Está a favor de tantearlo? 

El modelo de jubilación que nos toca ahora mismo y que ha aprobado el ministerio es el de retrasar la edad a los 70 años de forma extraordinaria y por necesidad. Y agradecemos a esos médicos, que en Andalucía ya son más de mil, que hayan decidido no jubilarse o regresar, como muchos hicieron en la pandemia, a sus labores clínicas. A estos profesionales hay que darle las gracias siempre, porque arriesgaron su vida en la crisis del covid cuando tenían la oportunidad de irse. La opinión de esta Consejería es que hay muchos médicos con gran experiencia, formación y bagaje que cuando llega la edad de jubilación tendrían que tener la oportunidad de compatibilizar de forma voluntaria una parte de jubilación con la vida profesional. 

¿Qué va a pasar con los contratos covid que se renovaron recientemente en Andalucía? ¿Se les va a crear una plaza estructural dentro del SAS?

Hace muy poco que se han renovado esos 12.000 contratos. Para que una plaza sea estructural tiene que haber una OPE. No hay más. Pero estos contratos permanecerán durante un año. Ahora seguiremos trabajando de cara al verano porque ahí volverán a ser contratados muchos de ellos. 

El ya aprobado Real Decreto de estabilización de plazas implica que los interinos no puedan estar más de dos años en un mismo puesto sin adquirir una plaza fija. ¿Cómo ha afectado esta ley a la sanidad andaluza? 

Nosotros ya veníamos haciendo los deberes en ese sentido. En 2019, justo antes de la pandemia, iniciamos un proceso de estabilización que supone, cuando acabe el año 2023, la estabilización de 67.000 profesionales del sistema. Un 70 o un 75 por ciento de la plantilla del SAS. Y ahora vamos a hacer dos concursos de traslados, uno del que se beneficiarán 15.000 personas y otro concurso que afectará a 21.000. Lo que queremos es tener una plantilla lo más estabilizada posible, que trabajen en los lugares que ellos quieran. El objetivo es conseguir el 75 o el 80 por ciento de estabilización en el SAS.

La oposición critica una campaña para privatizar la sanidad en Andalucía. ¿Es así?

Si nosotros que hemos invertido este año casi 14.000 millones de euros en el sistema sanitario público, ¿cómo es posible que estemos privatizando el sistema? Hemos pasado de destinar el 6,1 por ciento del PIB andaluz al 7,4. Tenemos la mayor plantilla de profesionales sanitarios. Son datos. Datos objetivos. Habría que decirle a la oposición que nosotros somos los que más estamos apostando ahora mismo por el desarrollo del sistema sanitario. Otra cosa es que creamos que el SAS es complementario al sistema sanitario privado de Andalucía, como se ha demostrado durante la pandemia, en la que se ha trabajado perfectamente de forma unida. El sistema sanitario necesitará siempre de la pública y de la privada para complementar la asistencia. Y además, creemos que la competitividad ayuda a ser más eficaces y a tener una mayor libertad en la elección. Si no hay elección, ni hay competitividad, difícilmente puede haber libertad.

Jesús Arroyo, jefe de sección de Autonomías, y Catalina García, durante la entrevista.

Jesús Arroyo, jefe de sección de Autonomías, y Catalina García, durante la entrevista. 


¿Cómo vivió la polémica del plan ‘antiaborto’ que se presentó en Castilla y León?  ¿Qué pensó, como enfermera, al escuchar al vicepresidente de esta comunidad, Juan García-Gallardo, decir que se obligaría a médicos y enfermeras a ofrecer a pacientes que quisieran abortar escuchar el latido del feto?

Lo que pensé es que el vicepresidente no conocía muy bien el sistema. Él mismo reconoció luego que no tenía ni idea de embarazos, ni idea de Medicina. Fue un error de comunicación por su parte. Lo que dijo después el presidente de Castilla y León y el consejero de Sanidad es que lo que se pretendía era dar una mejor información a la mujer. Pero en ningún momento se buscaba obligar ni a la madre ni a los profesionales del sistema a realizar acción alguna.

¿Andalucía se plantea alguna reforma en materia de aborto?

Ahora mismo no planteamos absolutamente nada. Ayudamos, eso sí, a entidades para que las mujeres que deciden seguir con el embarazo y tienen problemas y dificultades, puedan recibir ayuda y tener una vía de escape. Andalucía cumple con la ley actual que garantiza el derecho al aborto.

¿Por qué debe Andalucía acoger la Agencia Estatal de Salud Pública?

El presidente de la Junta de Andalucía y nosotros mismos lo hemos puesto de manifiesto ante el presidente del Gobierno y la ministra de Sanidad en el Consejo Interterritorial. Pero es verdad que el ministerio todavía no ha puesto nada encima de la mesa, pero sí hemos hecho una apuesta muy importante para llevar el centro a Granada. Es una ciudad con muy buena comunicación y tiene dos hospitales muy potentes. En investigación tenemos la Fundación Medina y la Escuela Andaluza de Salud Pública, con un reconocimiento a nivel nacional e internacional por su labor en investigación, educación y salud pública. Creemos en todo lo que puede aportar ahora mismo Granada albergando la Agencia Estatal de Salud Pública.

Cuando fue usted nombrada consejera hace seis meses, el presidente del consejo de médicos andaluces, Antonio Aguado, realizó unas polémicas declaraciones al poner en duda que una enfermera pueda estar en un puesto de dirección como el suyo. ¿Ha tenido la oportunidad de hablar con él?

Por supuesto.

¿Qué le dijo?

Que todo el mundo tiene un día malo. Y es así. Yo creo que el estar al frente de una consejería depende de las competencias de la persona y de su desarrollo profesional, su currículum, sus capacidades. Yo he sido viceconsejera con anterioridad y nadie cuestionó que yo pudiera serlo.

"Si nosotros que hemos invertido casi 14.000 millones de euros en el SAS, ¿cómo es posible que estemos privatizando el sistema?"


¿Qué supone para el sector de la Enfermería que Moreno Bonilla haya dado este paso tan importante de elegir una enfermera en lugar de un médico o de un gestor para el puesto de consejera?

El presidente evaluó todo lo que acabo de decir. La experiencia, la profesionalidad, el bagaje, las competencias. No mi categoría profesional. Confió en mí, algo que yo le agradezco eternamente, y asumí esta gran responsabilidad que es sacar adelante la Consejería de Salud. 

¿Esperaba este nombramiento?

No.

¿Cómo se enteró?

Me llamó él mismo por teléfono. Me dijo que confiaba en mí y que quería que asumiera la consejería.

¿Se lo tuvo que pensar?

No. Cuando llevas tanto tiempo reclamando y reivindicando las mejoras del sistema sanitario público en Andalucía, si te ofrecen este cargo no te lo puedes plantear. Antes de viceconsejera, yo había sido portavoz de Salud en el Parlamento de Andalucía, en la oposición, y fui muy reivindicativa. No me podía negar a ser partícipe de la solución.

¿Qué le dijo su consejero, en aquel entonces Jesús de Aguirre, tras su nombramiento?

Se alegró mucho, porque hemos estado en el mismo caballo de batalla durante cuatro años y ha habido momentos muy complicados. Antes de la pandemia tuvimos el brote de listeria, y después vino el virus del Nilo. En una comunidad autónoma tan extensa, con tanta población, hemos trabajado mano a mano. Él siempre dice que la sanidad está en buenas manos y que está tranquilo.

De estos cuatros años, ¿cuál ha sido el momento más duro que recuerda dentro de la consejería?

La mayoría están relacionados con la pandemia. Cuando llegas a tener hospitalizados a 5.000 andaluces sientes el temor de no poder llegar a prestar la asistencia sanitaria adecuada. Pero los profesionales sanitarios dieron el Do de pecho y ayudaron a que el sistema funcionara. Salieron de su zona de confort y consiguieron transformar el SAS día a día para dar respuesta a los andaluces. Los momentos difíciles se sucedían cada día, porque cada día surgía un problema ante lo desconocido. Fueron momentos muy, muy complicados.

¿Guarda algún recuerdo especialmente feliz?

El ver cómo el capital humano logra solucionar los problemas y cómo los profesionales seguían adelante. Los sanitarios profesionales fueron el alma y el corazón de Andalucía, y esa es la mayor satisfacción que puedo tener.

Aunque nació en Barcelona, a los tres años sus padres regresaron a Jimena, en Jaén. Años después usted fue alcaldesa de este pueblo durante 12 años. ¿El hecho de ser de esta provincia le hace adquirir cierto compromiso con ella en materia sanitaria? 

Tengo un compromiso con toda Andalucía, desde Jaén a Huelva. Sí es cierto que durante muchos años estas provincias, por ejemplo, no han tenido robot Da Vinci y sus vecinos se han tenido que desplazar a otras zonas. Ahora eso va a cambiar. Y en cuanto a infraestructuras sanitarias, también había varias provincias con déficit estructural. Como dice el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, hay que tener un cariño especial con ellas.

Como decía, usted fue alcaldesa de Jimena durante 12 años. ¿Qué es más difícil, ser alcaldesa o consejera de Salud?

También fueron años complicados, pero para mí, la mayor satisfacción que he vivido fue ser alcaldesa de mi pueblo. No tengo ninguna duda. Cuando llego a mi pueblo se me cargan las pilas. En un pueblo de 1.400 habitantes, la alcaldesa era enfermera, y tenía un pequeño problema: cuando estaba en el ayuntamiento me buscaban desde el centro de salud, pero cuando estaba en el centro de salud me venían a buscar al ayuntamiento. No es comparable con la responsabilidad de un sistema sanitario público en Andalucía, con casi 14.000 millones de presupuesto, 130.000 trabajadores a tu cargo. La responsabilidad es mucho mayor. 
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