"España exige un órgano y una ley específica para atajar futuras pandemias"

Con más de 800.000 positivos desde el inicio de la pandemia, Andalucía se ha situado entre las regiones donde el Covid-19 más ha afectado a su población. Como la comunidad autónoma más poblada de España, esta cifra representa una importante tasa de incidencia que, desde el Gobierno andaluz, se ha trabajado por controlar con una política enfocada en la Atención Primaria y la gestión del Plan de Vacunación. Con la mirada puesta en el personal sanitario, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, hace balance junto a Redacción Médica en ‘Lecciones del Covid-19’ de la gestión llevada a cabo por la región, una política centrada en las personas y cuyo principal objetivo ha sido mantener la calidad asistencial de los servicios sanitarios. 

¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia del coronavirus Covid-19?

En Andalucía hemos doblegado la quinta ola pero no el fin de la pandemia. Seguimos en estado de máxima alerta y muy pendientes de la evolución hasta que la OMS de por finalizada la pandemia.

En cuanto al balance, siempre con la tristeza presente de los más de 11.200 fallecidos en Andalucía y con el compromiso de seguir abordando todos los aspectos dispersos que conlleva el covid persistente, podemos decir que ha supuesto una auténtica prueba de estrés para el sistema sanitario andaluz. Hemos mejorado de forma importante en el continente gracias a la inversión en infraestructuras de Atención Primaria y hospitalaria, a la renovación de la obsolescencia de equipos. En el caso de las mejoras en contenido, se ha avanzado en las nuevas formas de abordar sanitariamente a los pacientes aplicando las técnicas de comunicación en salud. Sin duda, la crisis tiene que ser una oportunidad para la mejora de nuestro magnífico sistema sanitario.

¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?

Sin duda alguna, los puntos más fuertes han sido la excelente calidad de nuestros niveles asistenciales, sean hospitalarios como de Atención Primaria. Junto a esto, la Salud Pública ha salido muy reforzada de la pandemia y ha demostrado la vital importancia que posee. 

En cuanto a los más débiles, hemos echado en falta una legislación de ámbito nacional preparada para validar las herramientas a utilizar durante la pandemia. También consideramos que hubiese sido necesaria una coordinación a nivel nacional con el fin de mantener la equidad y la cohesión entre todas las comunidades autónomas a la hora de tratar graves problemas de salud pública. Y por último, salvar el escalón social y sanitario para abordar la sanidad, de forma especial, en las residencias de mayores.

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"Debemos estar precavidos ante posibles nuevas pandemias"

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¿Queda España preparada para afrontar una nueva pandemia de cara al futuro?

No. Es necesario para ello una ley específica de pandemias y cambios en la Ley General de Sanidad y la Ley de Salud Pública. A su vez, se debería articular un órgano específico para abordar de una forma equitativa y cohesionada posibles epidemias o pandemias.

¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?

Pensábamos que teníamos superadas las enfermedades infecciosas, tanto víricas como bacterianas, y hemos visto que, en un mundo globalizado y con un más que posible cambio climático, las enfermedades infecciosas emergen con mayor facilidad. De ahí, que debemos estar precavidos ante posibles nuevas pandemias.

Por otro lado, también hemos aprendido la importancia de reforzar los sistemas de Salud Pública. Y desde luego, lo más importante: que tenemos un buen modelo sanitario andaluz y, sobre todo, unos trabajadores y profesionales sanitarios totalmente entregados a la gestión de calidad y humana en el abordaje de las personas.