Víricö

Varios de estos profesionales cuentan los peores momentos que vivieron en un hospital trabajando con un ordenador

Un médico frente a un ordenador.


21 jun. 2023 8:00H
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Los fallos y los errores durante las jornadas laborales es algo habitual a lo que se tienen que enfrentar los trabajadores. Situaciones que también ocurren en el día a día dentro del ámbito sanitario y que se puede acentuar al tener un ordenador de por medio. Es lo que cuenta un sanitario desde su perfil de Twitter, quien ha recordado su “top uno” de “liadas” trabajando en el hospital. 

“Mi mayor liada fue el día que me dio por mirar mi ficha y al hacerlo, le di a la palabra Exitus para ver qué pasaba. Se autoguardó y tuve que pedir que me resucitaran”, se ha sincerado ante sus seguidores. Tras su anécdota, otros profesionales se han unido al hilo para contar los mayores errores que han tenido ellos con la tecnología. Así, una farmacéutica ha indicado que en el verano del año pasado fue a pasar la tarjeta sanitaria de un paciente y el programa le decía que se encontraba fallecido.

“No sé que debió de pasar para que esta persona figurara como muerto, pero hubiera sido más fácil pedirle a San Pedro que lo resucitara que al Sacyl. Menudo follón”, ha lamentado avergonzada.

Pulsar el botón de "socorro" en un centro de salud


Los primeros meses de un sanitario cuando comienza a trabajar son complicados y se suelen acumular unas cuantas anécdotas vergonzosas. En uno de estos primeros días, una enfermera ha contado en este mismo hilo que “la lio” cuando pulsó el “flotador” que había en la pantalla de su ordenador porque quería saber cuál era su funcionamiento. “Tras pulsarlo, en pocos minutos tenía a todo el centro de salud en la puerta de la consulta. Resulta que ese botón significaba socorro”, se ha sincerado.

Aunque los ordenadores pueden tener fallos, los principales errores que se cometen son por errores humanos. De esta forma, una médica de Familia ha recordado el día que abrió un protocolo en la consulta de Atención Primaria para “ojearlo”.“Era el perfil de una paciente de 80 años. No sé que hice que le abrí un plan de parto que luego el sistema no podía borrarlo”, ha lamentado esta facultativa.


La presión y exigencia en los hospitales también afectan a los trabajadores que se encargan de la recepción de pacientes y de la toma de sus datos. Así, una sanitaria ha subrayado que durante una de estas jornadas estuvo abriendo historias clínicas para elegir a quien llamar para que pasara a consulta, pero lo que realmente estaba haciendo era sacarlos de la lista como si ya estuviesen atendidos. "Lo dejé de hacer cuando me vinieron a avisar de lo que estaba ocurriendo", ha recordado con vergüenza.
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