La
homeopatía suele ser sinónimo de polémica en las redes sociales. Especialmente cuando entre sus prescriptores se encuentran miembros del colectivo sanitario. Entre los casos más recientes se encuentra
Lola Treviño, médica y defensora de los tratamientos de medicina alternativa durante casi dos décadas.
Así lo reconocía en su perfil: "Soy médico, doctora en Medicina y Cirugía.
Desde hace 37 años utilizo la homeopatía en mi práctica clínica como una opción terapéutica más". La facultativa iba incluso más allá al asegurar la existencia de "hechos concretos" que, en su opinión, "ratifican la efectividad y la seguridad de los
medicamentos homeopáticos".
Sus afirmaciones, sin embargo, no llegaban a convencer del todo a los internautas, especialmente a aquellos dedicados al mundo de la Sanidad que no tardaban en reaccionar y cuestionar su teoría.
Manuel Jiménez, investigador, era uno de los primeros en señalar ciertas "lagunas" en su discurso. Lo hacía en clave de humor para demostrar lo difícil que resulta obtener pruebas fiables en materia científica aplicando teorías como la astrología.
"Soy investigador y Escorpio. Desde hace 37 años
utilizo la astrología en mi práctica científica. Compruebo si Júpiter, Venus y La Tierra están alineados en Acuario, y si es así confirmo la hipótesis. Veo cada día hechos concretos que ratifican su alta especificidad y sensibilidad", explicaba en tono sarcástico. En esta misma línea, asegura que antes que seguir una receta de
"agua con azúcar" prefiere tomarse "un café con leche".
La homeopatía "no tiene efectos secundarios...ni primarios"
Usuarios como Álex se sorprendían al ver que era una médica la que abanderaba dicho discurso. "¿Y se permite que alguien con esa afirmación
siga colegiado y ejerciendo?
"En lo de la seguridad no engaña, es imposible intoxicarse con homeopatía. A lo sumo, acabar desarrollando una caries", bromeaba otro internauta. "Efectivamente, no hay efectos secundarios" respondía Jiménez, destacando que lo relevante es que "
tampoco haya primarios".
"Yo conocí a un médico, ya veterano, que en los años ochenta llevaba en su muñeca la famosa pulsera magnética, luego descubrí que su hijo era el dueño de la farmacia del pueblo, donde se vendían esas pulseras", comentaba otro tuitero.
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