Encuentran muerta a la enfermera apodada la "Kim Kardashian narco"

La enfermera mexicana Claudia Ochoa, de 35 años y conocida como la "Kim Kardashian narco" ha sido encontrada muerta en su casa. Según publican varios medios, el hallazgo se produjo después de haber pasado la noche en una discoteca donde hubo drogas y alcohol, y el forense ha explicado que la muerte se produjo por la mezcla de estas sustancias con un fármaco, aunque existen rumores que apunta a un posible asesinato por asfixia. 

Ochoa, original de Sinaloa y que estudió Enfermería, llevaba una vida bohemia y desenfrenada por las noches, a juzgar por sus publicaciones en redes sociales, mientras que durante el día lideraba una de las redes de narcotraficantes más importantes de su país. Es por este motivo que terminó imponiéndose el apodo de la "Kim Kardashian narco" para referirse a ella, además del de "emperatriz de los Ántrax". 

Según las informaciones, la noche de su muerte estuvo acompañada en la discoteca por un hombre que terminó llevándola a su casa. La declaración de su acompañante afirma que quiso despertarla a la mañana siguiente pero la enfermera ya había fallecido, y la Fiscalía de Sinaloa ha señalado que no fue asesinada en contra de lo que se presumía en el momento del hallazgo. 

Negaba vinculaciones con el crimen organizado

La mexicana habría empezado en 2014 una relación con el conocido como "Chino del Ántrax", uno de los cabecillas del Cartel del Pacífico que lideraba al grupo de sicarios de Los Ántrax. Tras ser detenido, fue Ochoa quien tomó el relevo al frente de los mismos, motivo por el que también se le puso el apelativo de "emperatriz del Ántrax". 

Sin embargo, ella lo negaba mientras trataba de mantener su imagen de madre de tres hijos y renegando de cualquier vinculación con el crimen organizado. Llegó a declarar sobre las fotografías que la señalaban como responsable del cartel que eran falsas y que solo se trataba de alguien muy parecida físicamente. 

Según sus redes sociales, presumía de gustos caros, dinero, armas de fuego y su propio físico, cuyas curvas ayudaron al sobrenombre que la identificaba con la celebridad estadounidense. Tras la vinculación con el grupo criminal, sus imágenes en sus perfiles en redes sociales ya no daban cuenta de grandes lujos, pese a lo cual no terminó con su vida de desenfreno.