El estudiante de Medicina Carlos Leal preparando uno de sus exámenes finales.
Los
exámenes finales de Medicina están a la vuelta de la esquina. La extensión del temario y el contenido de las asignaturas obligan a los alumnos a que tengan que dedicar una gran parte de su tiempo a ‘hincar los codos’ para conseguir superar las materias. Cada futuro médico tiene
sus propios ‘tips’ y fórmulas para lograrlo, pero, ¿
cómo es el día a día de un estudiante del Grado durante los días previos a los exámenes?
Carlos Leal, quien está cursando segundo, lo muestra en un vídeo de TikTok. En él, relata cómo es su
rutina diaria cuando tiene que enfrentarse a este tipo de pruebas.
En concreto, se levanta alrededor de las
14:00 horas porque el día anterior ha trasnochado para estudiar y se ha acostado cerca de las 3 o 4 de la mañana. “Habitualmente suelo ponerme por las noches y
me quedo hasta tarde, y ya en
época de exámenes mucho más”, ha afirmado a
Redacción Médica.
Después de abrir la persiana para que la luz del sol ilumne su habitación, este futuro médico tiene pensado abrir los libros "una horita"
antes de comer, que lo hará a las 16:00 horas porque “todavía no tiene hambre”. Llega el momento de llenar el estómago y, en esta ocasión, lo hace ingiriendo una lasaña mientras escucha con los cascos unos vídeos. Un
momento de desconexión antes de volver a entrar en materia.
Directo para estudiar Medicina acompañado
Al terminar, se hace un café y vuelve a su habitación. Para que el estudio sea más ameno, este
alumno de Medicina suele
hacer directos en las redes sociales, una práctica cada vez más habitual entre los estudiantes ya que crea un espacio parecido a una
biblioteca online. Allí, los compañeros que encuentran en su misma situación entran en su canal para
estudiar a la vez.
Después de unas horas estudiando, Leal se prepara para
ir al gimnasio alrededor de las 19 horas. Se viste, coge su coche y llega al sitio para ponerse a entrenar y
liberar endorfinas.
Cómo desconectar al estudiar Medicina
A pesar de estar en época de exámenes, también es importante
tener vida social para no caer en el
desgaste físico y mental que provoca estar tantas horas encerrado leyendo y memorizando. En el caso de Leal, tenía un cumpleaños a las 21.30 horas al que no iba a decir que no, pero también siendo consciente de que tiene una responsabilidad y que tiene que
volver a su casa a una hora prudente para seguir estudiando.
Después de ver a sus amigos, cenar y reír, el deber le vuelve a llamar, y a las 00.30 horas ya está en su habitación rodeado de apuntes. ¿Su compañía? Un zumo de proteínas con sabor a plátano y fresa y un ‘snack para
coger energía y afrontar la larga noche que le queda por delante. Algo que reconoce que le ocurre de madrugada es que le entra más hambre y, tal y como muestra en el vídeo, alrededor de las 3.30 horas hace un viaje a la cocina para ‘picotear’ algo y seguir unos minutos más estudiando.
Pero, como suele ocurrir, no solo son unos minutos y al final Leal se acostó a las
4.30 horas. “Bueno, no pasa nada. Mañana será otro día”, afirma para cerrar con estas palabras el vídeo de su rutina.
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