Carta al médico madrileño muerto por coronavirus: "Papá era un ángel"

No poder decir adiós se ha convertido en una de las consecuencias más dolorosas del coronavirus. Este domingo, Madrid lamentaba la muerte de Luis Antonio Pérez, médico del Summa 112 y primer sanitario fallecido en Madrid a causa del Covid-19. Su hija Marta le dedicaba unas últimas palabras en una emotiva carta publicada a través su perfil de Twitter. Son muchos los familiares que, como ella, han tenido que despedirse de sus seres queridos desde la distancia para evitar un posible contagio. 


"Os voy a contar mi peor pesadilla". Así comienza la misiva con la que Marta pretende dar "voz" a todos aquellos sanitarios que como su padre luchan a diario contra los efectos del Covid-19 en nuestro país. Testimonios como el suyo ayudan a visibilizar las peores consecuencias del virus que ya se ha cobrado la vida de más de 13.000 personas en España. 

Hola papá, sabes lo cabezota que soy cuando me propongo algo. Te voy a echar mucho de menos. Quiero ser tú voz, para reivindicar todos los errores y admirar y proteger a quienes te cuidaron. #VoyASerTuVoz pic.twitter.com/VQ1W54Tzdg

— Marta Pérez (@MartaPe14) April 6, 2020

"Papá quiero ser tu voz para reivindicar todos los errores y admirar y proteger a quienes te cuidaron", publicaba Marta. La batalla, según cuenta, comenzó el pasado 15 de marzo. Su padre, miembro de la Unidad de Atención Domiciliaria del Summa 112, llevaba días "matándose a trabajar" porque "desgraciadamente" en su opinión, "un médico en España no tiene la importancia ni consideración que se merece." Continúo con su labor a pesar de "ser un paciente de riesgo" y conocer el peligro que esto suponía. "No es un héroe", asegura Marta; "Fue un ser humano noble, leal, bondadoso, listo protector, cariñoso, agradable, humilde, trabajador...", que solo "quería ayudar". 

Prueba de coronavirus tras 9 días de fiebre

No fue hasta "8 o 9 días después", cuando supieron que se había contagiado y tuvo que esperar una semana a que le hicieran el test de Covid-19. Su hija se pregunta si un diagnóstico y un tratamiento a tiempo podrían haber salvado la vida de su padre. "¿Si le hubieran hecho el test antes y le hubieran puesto tratamiento antibiótico, estaría yo escribiendo esto?"

Carta al médico madrileño muerto por coronavirus.

Esta estudiante de Medicina culpabiliza a los organismos gubernamentales de la falta de material y el retraso en las pruebas y critica la prioridad que tienen ciertos políticos a la hora de realizarse el test. "A los sanitarios les dejamos que se contagien y sin ellos saberlo ni quererlo siguen contagiando a los pacientes". Acusa, además, a los autoridades de haber estado "lentas, desastrosas y desorganizadas" a la hora de gestionar esta crisis sanitaria. 

"Para malos aquellos que no te dieron el material de protección aquellos que te vendieron mientras ya llevaban dos test y tú seguías esperando malito en la cama el tuyo". Así justifica Marta el contagio de su padre tras ver cómo se autoinculpaba de la situación. Luis consideró que "había fracasado" como profesional por "haber hecho algo mal" e infectarse. "No puedo ayudar y he arriesgado a mi familia". 

"Este bicho nos prohíbe abrazarnos y besarnos"

En un primer momento, este sanitario de 61 años presentaba solo "tos y fiebre" pero poco a poco empezaron a aparecer más síntomas como "una brutal astenia, anosmia, fatiga, dolor de garganta..." También presentaba neuralgia en el oído, "tan dolorosa que cada vez que le daba un cuadro se desencajaba su cara en la pantalla". 

Como futura MIR, Marta aconsejó a su padre, vía móvil, durante el aislamiento al que se sometió en su casa, con la ayuda de su madre, ginecóloga y su hermano, traumatólogo. "Poco a poco vas a estar mejor, es una dura batalla pero eres un gran guerrero", le animaban.

Al ver que su situación empeoraba, decidieron ingresarle en la UCI, donde permaneció 12 días intubado. A partir de ahí, Marta relata los duros momentos que vivieron antes del terrible desenlace. "Mi padre era un ángel en la tierra. Él era excelencia. Nada malo. Ningún enemigo", escribe. La despedida tuvo que ser por carta, ya que el aislamiento impidió que pudieran velar el cuerpo. "Este bicho nos prohíbe abrazarnos y besarnos. Pero en cuanto pase todo, te haremos tu fiesta de despedida al ritmo de The Beatles con su 'Here comes the sun'.