MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La ONG World Vision ha advertido, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, de que "decenas de millones de niños y sus familias" se están enfrentando a "una crisis de hambre masiva" por "los conflictos, la COVID-19 y el cambio climático".
A través de un comunicado, la ONG ha alertado de que estos tres factores "han puesto a casi 45 millones de personas en 37 países en riesgo de morir de hambre". "A esta situación se suman ahora los costes, cuyo aumento está actuando como motor de esta crisis", han añadido.
Además, han avisado de que 2023 podría ser "aún más duro para decenas de millones de personas en todo el mundo", ya que "la mayor crisis de hambre de la historia moderna está poniendo en grave peligro a las personas que luchan por alimentar a sus familias".
Para la ONG, las inundaciones en Chad, la sequía en el Cuerno de África, el reciente terremoto en Turquía y Siria, entre otras emergencias y desastres naturales, "están agravando el hambre en países ya sumidos en la pobreza".
Igualmente, consideran que el "efecto dominó" de la guerra en Ucrania también está impulsando esta emergencia "a un ritmo asombroso", principalmente por la inflación.
"Los precios de los alimentos están en su nivel más alto de los últimos 10 años y el aumento de los precios del gas ha perturbado aún más la producción y exportación mundial de fertilizantes, reduciendo el suministro, aumentando los precios y amenazando con reducir las cosechas. Esto, a su vez, podría convertir la crisis de asequibilidad de los alimentos en una crisis de disponibilidad, ya que la producción de maíz, arroz, soja y trigo se redujo en 2022", han esgrimido.
Por otra parte, señalan que el sistema humanitario para atender a toda esta población afectada "está siendo llevado al límite, con un aumento de la financiación que sigue sin poder seguir el ritmo de las crecientes necesidades de respuesta".
"Se necesita inmediatamente ayuda alimentaria y otras ayudas vitales para evitar la muerte de miles de personas. A pesar de los esfuerzos de las Naciones Unidas y de ONG como World Vision, las necesidades siguen superando la financiación internacional", ha explicado la directora de Comunicación de World Vision, Eloisa Molina.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 30 millones de niños y niñas de los 15 países más afectados sufren emaciación, de los cuales 8 millones padecen emaciación grave, la forma más mortífera de desnutrición.
"Debemos de trabajar todos juntos para mejorar la seguridad y el acceso humanitario mediante el compromiso de todas las partes implicadas en los conflictos; y proporcionar apoyo a las prácticas de adaptación al cambio climático mientras se lucha para mantener el calentamiento global a 1,5°C, con el fin de reducir el riesgo de que cualquier crisis de hambre como esta se repita en el futuro. Siempre decimos que nunca más, pero las familias están actualmente al borde de una crisis devastadora, y no nos equivoquemos, a menos que actuemos ya, miles de niños y niñas morirán de hambre. Hay suficiente dinero y alimentos en el mundo. Ningún niño debería pasar hambre en el siglo XXI; debemos actuar ahora", ha concluido Molina.