MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Flinders en Australia ha demostrado que un 'entrenamiento' asequible, integrado e individualizado puede ayudar a las personas que viven con dolor crónico a mejorar el autocontrol y comprender las formas de controlar mejor su dolor.
Los investigadores han desarrollado un novedoso programa de telesalud, junto a expertos sanitarios, que muestra el potencial de los profesionales de la salud no mental, junto con los expertos médicos y de la salud afines, para ayudar a las personas que viven con dolor crónico a acceder a apoyo especializado que puede marcar la diferencia y reducir el sufrimiento.
El dolor crónico afecta a millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de discapacidad y uso de la atención médica, recuerdan los investigadores.
El programa también brinda acceso a la atención y el apoyo a las personas que viven fuera de las áreas metropolitanas que, de lo contrario, tendrían que esperar años para ver a un especialista en dolor, afirma la experta en salud conductual de la Universidad de Flinders, Paula Redpath, de la Facultad de Medicina y Salud Pública.
Un estudio piloto del programa de autoayuda guiada 'Repensar el dolor' en el sur de Australia ha mostrado que es un modelo prometedor para brindar información especializada y apoyo a través de 'entrenadores' supervisados que trabajaron con personas con dolor crónico para aumentar su comprensión de su condición y mejorar su autogestión.
"Acceder a la atención y el apoyo para el dolor crónico es difícil, requiere mucho tiempo y es costoso, especialmente para las personas que viven en áreas rurales y remotas", señala Redpath, líder de disciplina de salud conductual en la Universidad de Flinders.
"El dolor crónico es una condición compleja que a menudo requiere equipos multidisciplinarios especializados para brindar una atención eficaz e integrada. Una vez que una persona comprende formas útiles de manejar su dolor crónico, puede elegir qué estrategias quiere usar para autocontrolarse. Los entrenadores guían y ayudan a las personas con estas estrategias, que luego pueden quitar y usar", afirma.
El programa se puede ofrecer a través de telesalud o en persona e implica el establecimiento de objetivos, la conceptualización del dolor, la programación de actividades, la psicoeducación, el ritmo y las estrategias cognitivas, y la evaluación de los resultados del programa demuestra una mejora significativa en la independencia y la calidad de vida informadas por los pacientes.
"Los entrenadores pueden convertirse en parte del equipo multidisciplinario y apoyar a los pacientes brindándoles información y estrategias para manejar su dolor crónico. Esto puede aliviar la presión sobre los profesionales médicos y de la salud más capacitados, lo que les permite concentrarse en una atención más compleja", afirma el doctor Peter Herriot, académico de la Universidad de Flinders, de la Unidad de Manejo del Dolor de la Red Local de Salud del Sur de Adelaida (SALHN) de SA Health, quien supervisó el ensayo.
"Este programa basado en evidencia tiene el potencial no solo de mejorar el acceso a la atención para las personas que viven con dolor crónico, sino también de ampliarse y adoptarse en una variedad de entornos de atención médica", añade.
El programa de autoayuda guiada (GSH), desarrollado por expertos de la Universidad de Flinders, fue impartido por estudiantes de posgrado supervisados ??del curso de Maestría en Terapia Cognitiva Conductual de la Universidad que se ubicaron en la Unidad de Manejo del Dolor de SA Health en el Centro Médico Flinders, Bedford Park.
Difundir este conocimiento especializado a una fuerza laboral de salud diversificada y pares en la comunidad y a través de los servicios de Atención Primaria también puede reducir la demanda de psiquiatras y psicólogos cuyos servicios son limitados y de difícil acceso. Las personas que viven con dolor crónico también pueden experimentar impactos físicos y emocionales significativos, incluso en la calidad del sueño y el bienestar, así como impactos en el empleo. El acceso a servicios de apoyo adecuados puede ser difícil debido a la desventaja social.