"Sigue entre nosotros", ha asegurado el ministro
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El ministro de Sanidad, José Miñones, ha advertido de que la COVID-19 "no ha desaparecido" a pesar del fin de la emergencia sanitaria internacional que decretó la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado viernes.
"Una emergencia que ha terminado pero que por desgracia no significa que el coronavirus haya desaparecido ni que podamos bajar la guardia. La COVID-19 sigue entre nosotros y se ha convertido en una enfermedad a gestionar en el largo plazo", ha resaltado el ministro durante su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.
Por ello, Miñones ha defendido la necesidad de "seguir monitorizándola de forma continua y continuará mientras sea necesario". En este momento, tal y como ha recordado, la Ponencia de Alertas está trabajando en la transición a una Estrategia de Vigilancia y Control de la COVID-19, tanto en Atención Primaria como a nivel hospitalario, que integre la vigilancia de la gripe, el COVID-19 o el virus respiratorio sincitial (VRS).
Con cifras a 5 de mayo, procedentes del último informe publicado por el Ministerio, Miñones ha recordado que la incidencia de la COVID-19 "continúa en una situación de mucha estabilidad, exceptuando el período posterior a Semana Santa, en el que se observó un incremento medio de la incidencia del 2,3 por ciento entre los días 8 y 25 de abril".
Así, durante 2023 se ha producido un "continuo descenso medio diario del 0,8 por ciento". Sin embargo, tras el incremento de la incidencia posterior a Semana Santa, se ha producido "un ligero incremento en el número de hospitalizaciones y posteriormente de ingresos en unidades de cuidados intensivos".
"Como ya sabemos, estos episodios de aumento de incidencia, tras los periodos de mayor movilidad, suelen alcanzar su pico y, posteriormente, un descenso entre dos y tres semanas después de los días festivos", ha puntualizado.
En lo referente a ocupación hospitalaria, ha detallado que actualmente se encuentran en el 1,1 y el 2,1 por ciento de las camas disponibles en UCI y hospitalización convencional, respectivamente. En cualquier caso, ha precisado que sólo el 57,8 por ciento de los pacientes con COVID-19 ingresados en UCI y el 53,4 por ciento de los pacientes en hospitalización convencional están ingresados directamente a causa del coronavirus. En el resto de los ingresos son debidos a otras causas no relacionadas con la COVID-19.
De forma general, durante el año 2023 la situación de UCI y hospitalización convencional se mantiene "estable", según Miñones, con un "continuo descenso medio diario de 0,8 y 0,3 por ciento, respectivamente".
Por último, Miñones se ha referido a la vacuna de la empresa española HIPRA, que fue aprobada hace mes y medio en Europa como dosis de refuerzo para aquellas personas a partir de seis años que hayan recibido la pauta de la primera vacunación con una vacuna de ARN mensajero.
El ministro ha defendido que esta aprobación "ha supuesto todo un hito para la ciencia y la investigación española, que ha puesto también a nuestro país en boca de todos los países de la Unión Europea como ejemplo de innovación".
"Es un éxito que no sólo redunda en el interés nacional, sino que dota al conjunto de la sanidad mundial de una nueva arma con la que seguir haciendo frente a la pandemia y, además, con unas características técnicas insuperables y de gran consideración, como son las mejores condiciones de conservación o la mejor respuesta como dosis de refuerzo", ha remachado.
ASÍ SERÁ LA PRESIDENCIA EUROPEA DE ESPAÑA EN MATERIA DE SANIDAD
Por otra parte, Miñones también se ha referido a que, a partir del próximo mes de julio, España va a presidir el Consejo de la Unión Europea "en un momento clave" para la sanidad en Europa tras la pandemia de COVID-19.
Uno de los asuntos candentes durante la Presidencia española de la UE será la renovación de la legislación farmacéutica europea, que ya ha sido el tema central de las discusiones de la última reunión del Consejo de Ministros de Sanidad de la Unión Europea, que se celebró la pasada semana en Estocolmo (Suecia).
Al hilo, Miñones ha recordado que "la mayoría de los Estados miembros han experimentado problemas de suministro en períodos muy sensibles, afectando especialmente antibióticos en sus formulaciones pediátricas". "Estas situaciones señalan la importancia de avanzar hacia una autonomía estratégica sanitaria en Europa, un aspecto en el que ya estamos trabajando", ha expuesto.
Como prioridades durante la Presidencia, Miñones ha asegurado que "España está comprometida con la construcción de la Unión Europea de la Salud y este va a ser el objetivo principal", con medidas como "avanzar en la protección de la salud mental de los ciudadanos europeos".
"Trabajar en el desarrollo de mecanismos que ayuden a los países de la Unión Europea a prepararse y responder juntos a las crisis sanitarias, disponer de suministros médicos innovadores y colaborar también para mejorar la prevención, el tratamiento y el seguimiento de enfermedades más prevalentes en Europa", ha añadido al respecto.
Así, según el ministro de Sanidad, España va a desplegar "un programa sanitario muy ambicioso", con "medio centenar" de eventos técnicos y de alto nivel. "Durante los próximos seis meses vamos a poner en marcha una agenda ambiciosa", ha asegurado.
Durante la Presidencia española van a coincidir una "gran cantidad" de expedientes legislativos en áreas como la financiación de las agencias evaluadoras o la nueva regulación sobre sangre, tejidos y células, donde España "tiene mucho que decir como referente mundial en el campo de la donación y trasplante".
También se abordará el nuevo reglamento sobre el futuro espacio europeo de datos sanitarios, que está considerado como uno de los pilares centrales de la transformación digital de la Unión Europea. "Con el desarrollo de esta salud digital vamos a mejorar la prestación de asistencia sanitaria en toda Europa. También vamos a ofrecer un marco coherente, seguro y eficiente para el uso de los datos sanitarios. En condiciones estrictas los investigadores, los innovadores, las instituciones públicas o la industria tendrán acceso a grandes cantidades de datos sanitarios de alta calidad, cruciales para desarrollar tratamientos vitales, vacunas o productos sanitarios", ha pormenorizado.
Asimismo, durante la Presidencia se espera también "un impulso" en el desarrollo de la nueva estructura de salud global a nivel internacional: "Creo que es un trabajo crucial el que trazar más atención a los retos de salud pública en este momento. Trasladaremos el criterio comunitario en iniciativas tan importantes como los avances en las enmiendas del Reglamento Sanitario Internacional o también en el Tratado de Pandemias. Y también lideraremos las conclusiones sobre el control del tabaco y representaremos a la Unión Europea en resoluciones muy importantes que tendrán lugar en el seno de las Naciones Unidas para seguir avanzando en la cobertura sanitaria universal o en la lucha frente a la tuberculosis", ha resaltado.