MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, ha hecho un llamamiento a todos los asociados internacionales para que apoyen a las mujeres y niñas de las comunidades marginadas en primera línea de la defensa de los derechos humanos.
"Solo garantizando la protección de los derechos de todos podrá el mundo asegurar la protección de la salud de todos y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", ha expresado, en una conferencia organizada en Oslo por la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad).
En su discurso de apertura, Byanyima ha afirmado que no se puede separar el desarrollo sostenible de los derechos humanos. "Debemos situar los derechos humanos en el centro de nuestros esfuerzos de desarrollo. El movimiento contra el sida se ha mostrado firme en este sentido. Hemos demostrado cómo las leyes, políticas, prácticas y normas patriarcales, racistas y homófobas minan la salud y perjudican a todos", ha expresado.
Asimismo, ha afirmado que los avances están en peligro por una reacción "violenta" contra los derechos humanos, pero que los logros conseguidos con tanto esfuerzo pueden "protegerse y ampliarse".
Para ello, ha llamado a "profundizar" en la comprensión del retroceso de los derechos humanos y la democracia y a "aunar esfuerzos y unir los puntos para vincular las luchas, pensar a largo plazo y ser audaces".
También ha pedido "respaldar y dotar de recursos" a las personas más afectadas por los ataques a los derechos, sobre todo apoyando a las mujeres y niñas de las comunidades más pobres y marginadas.
En su discurso, Byanyima ha subrayado algunos de los logros conseguidos por los defensores de los derechos humanos en los últimos años gracias al liderazgo de mujeres y niñas y de las comunidades LGBTQ.
En primer lugar, ha mencionado que hay 50 millones más de niñas escolarizadas que en 2015. Además, mientras que hace unas décadas dos tercios de los países penalizaban las relaciones entre personas del mismo sexo, en la actualidad dos tercios de los países no las penalizan.
Sin embargo, las violaciones de los derechos humanos siguen impulsando la epidemia de VIH entre mujeres y niñas. Cada semana, 4.000 adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años se infectaron por el VIH en todo el mundo en 2022. 3.100 de estas infecciones se produjeron en África subsahariana.
Por tanto, defender los derechos de las comunidades marginadas es vital para el éxito de la respuesta al VIH. Cuando se criminaliza o estigmatiza a las comunidades marginadas, aumenta su vulnerabilidad a la infección por el VIH y se obstaculiza su acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH.
Las investigaciones de ONUSIDA demuestran que la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo es un paso crucial para acabar con la "pandemia" de sida.
El organismo de Naciones Unidas pone de relieve que "la reciente ofensiva mundial, bien coordinada y financiada, contra los derechos de la mujer, contra los derechos humanos de las personas LGBTQ, contra la salud y los derechos sexuales y reproductivos, contra la democracia y contra el espacio cívico no solo es una amenaza para la libertad de todos, sino también para la salud de todos".
En respuesta a esta amenaza, el movimiento contra el sida y sus aliados están contraatacando, recordando a los líderes mundiales su compromiso de defender todos los derechos humanos para todas las personas.
ONUSIDA está apoyando a los defensores de los derechos humanos, demostrando que las leyes, políticas y prácticas que los defienden ayudan a los países a garantizar la salud pública y a encaminarse hacia el fin del sida.
El Director Ejecutivo de ONUSIDA ha expresado su confianza en que se puede conseguir el avance de los derechos. "El progreso no es automático. Pero si somos valientes y estamos unidos, el progreso es posible", ha afirmado Byanyima.