MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
En vísperas de la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas (ONU) sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM) que se celebrará este jueves 26 de septiembre y en la que los líderes mundiales se reunirán para acordar compromisos que permitan avanzar en la respuesta mundial a la RAM, Médicos Sin Fronteras ha pedido a los gobiernos que tomen medidas rápidas y audaces para traducir esta declaración política en avances significativos contra la resistencia a los medicamentos.
Los avances en la lucha contra la RAM desde la primera declaración hace casi una década han sido insuficientes y desiguales, y los países de ingresos bajos y medios -y los contextos humanitarios, en particular- son los menos preparados para responder, a pesar de soportar la mayor carga de infecciones farmacorresistentes.
Basándose en años de experiencia en la lucha contra la farmacorresistencia en todo el mundo, MSF insta a los gobiernos a basarse en los compromisos adquiridos y a adoptar un ambicioso conjunto de medidas de seguimiento para capacitar a los más afectados por la RAM para prevenirla, detectarla y responder a ella.
La RAM es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y contribuyó a 4,95 millones de muertes solo en 2019, con estimaciones recientes que muestran que la amenaza sigue creciendo a tasas alarmantes, posiblemente contribuyendo a 8,2 millones de muertes anuales para 2050.
"Vemos tasas asombrosas de infecciones resistentes a los medicamentos en muchos de los entornos humanitarios y de bajos recursos donde trabajamos, en gran parte porque los trabajadores de la salud no tienen lo que necesitan para prevenir, detectar y responder a la RAM", explica el presidente internacional de MSF, doctor Christos Christou.
"Teniendo en cuenta la magnitud del reto que supone la RAM, y que pocos de los países más afectados han sido capaces de financiar e implementar planes de acción nacionales, el texto de la declaración debería haber sido mucho más concreto y ambicioso. Ahora la declaración debe ir más allá de las palabras sobre el papel: los gobiernos no solo deben promulgar y rendir cuentas de los compromisos que han adquirido, sino que también deben basarse en ellos y perfeccionarlos para garantizar que los entornos de bajos recursos y humanitarios no se queden atrás", añade.
Los habitantes de los países de ingresos bajos y medios registran las tasas más elevadas de RAM y enfermedades infecciosas del mundo, pero son los que menos posibilidades tienen de acceder a la atención sanitaria, incluidos los medicamentos, las vacunas y los diagnósticos que necesitan. En contextos humanitarios, hay otros factores que agravan la crisis de la RAM. Los conflictos o las catástrofes naturales, por ejemplo, pueden provocar lesiones traumáticas que pueden infectarse fácilmente y obligar a las personas a refugiarse en entornos superpoblados donde las bacterias resistentes pueden propagarse con facilidad.
En la declaración política, los gobiernos reconocieron la importancia de abordar la RAM en contextos humanitarios como aquellos en los que MSF trabaja, así como varias cuestiones que hemos destacado como prioridades clave para responder a la RAM. Sin embargo, los compromisos asumidos para abordar estas cuestiones deberían haber sido más audaces y haberse calibrado con mayor precisión para hacer frente a las desigualdades globales.
"Para combatir eficazmente la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo, los gobiernos deben abordar las importantes discrepancias en la cantidad de pruebas disponibles para la acción en entornos de ingresos altos y bajos", dice Dujan Jasovsk, farmacéutico especializado en resistencia a los antimicrobianos de nuestra Campaña de Acceso.