MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La inteligencia general (CI), el comportamiento, la atención y la velocidad de procesamiento de los pacientes con hemofilia son, en su mayoría, comparables con la población general de la misma edad, si bien los adolescentes y adultos jóvenes tienen más problemas en algunos de los dominios relacionados con la función emocional/conductual y ejecutiva (organización, planificación, inicio de tareas, comportamiento de autocontrol y control de las propias emociones).
Así lo ha puesto de manifiesto Novo Nordisk en un estudio observacional, denominado 'eTHINK', que evalúa el impacto actual de la hemofilia en el desarrollo cognitivo y el comportamiento de niños, adolescentes y adultos jóvenes, y que ha sido presentado en el Congreso Virtual de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) 2020.
En concreto, los participantes con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) parecen estar en riesgo de tener dificultades con la función ejecutiva y las habilidades de independencia en su vida diaria.
"El estudio es una investigación vital que destaca no solo las mejoras en la atención de la hemofilia en los últimos 25 años, sino también la necesidad de intervenciones especializadas para apoyar la transición de los adolescentes a la edad adulta, con el fin de garantizar que reciban la más alta calidad de atención multidisciplinar", ha dicho el vicepresidente ejecutivo de Biopharma, la división de enfermedades raras de Novo Nordisk, Ludovic Helfgott.
La investigación se llevó a cabo tras un estudio similar realizado hace 25 años. El trabajo anterior reveló que la hemofilia y el VIH pueden afectar negativamente al desarrollo cognitivo y conductual en niños y adultos jóvenes.
Desde el estudio original, las mejoras en el nivel de atención y cuidado de la hemofilia y una reducción en la carga del VIH y la hepatitis C pueden haber cambiado la forma en que la hemofilia influye en el desarrollo cognitivo.
En la investigación se han evaluado a 551 hombres con hemofilia A y B de cualquier nivel de gravedad, entre las edades de uno y 21 años. Los niños y jóvenes se sometieron a un examen neurológico y a una evaluación neuropsicológica, incluidas pruebas de desarrollo estandarizadas apropiadas para su edad.