MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La exposición a contaminantes del aire, incluso en concentraciones muy bajas, se asocia con cambios adversos en los factores de riesgo cardiometabólico, según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Finlandia Oriental (UEF).
El principal contaminante que afectó estos factores de riesgo fue la partículas en suspensión, que puede emitirse por el tráfico y la quema de leña, entre otras fuentes. Curiosamente, la calidad de la dieta pareció modificar varias asociaciones de contaminantes con la salud cardiometabólica.
El estudio se llevó a cabo en la Universidad de Finlandia Oriental en colaboración con la Universidad de Oulu, como parte del proyecto 'LongITools', financiado por la UE. Los resultados han sido publicados en 'Environmental Research' .
De todas las exposiciones ambientales medidas, la contaminación del aire es uno de los mayores factores que contribuyen a las enfermedades y la muerte prematura. La mayor parte de la población mundial vive en regiones donde los niveles de contaminación del aire superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Además, los aumentos en las partículas finas, incluso en niveles por debajo de los límites recomendados, se han asociado con una mayor mortalidad por enfermedades cardiometabólicas en las ciudades europeas.
LA CALIDAD DE LA DIETA
La dieta, al igual que la contaminación del aire, es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares y muchos de los mecanismos a través de los cuales la dieta puede afectar la salud cardiometabólica se superponen con los de la contaminación del aire.
En este estudio, los investigadores llevaron a cabo un análisis secundario de un ensayo controlado aleatorio que incluyó una fase de pérdida de peso y una fase de mantenimiento de peso que se llevó a cabo en Kuopio, Finlandia. Se siguió a los 82 participantes durante un total de 33 semanas y se obtuvieron muestras biológicas, concentraciones de contaminación del aire y registros dietéticos en cuatro momentos.
La calidad de la dieta se calculó basándose en la puntuación de la dieta del Mar Báltico, utilizada como medida de una dieta nórdica saludable que promueve una mayor ingesta de verduras, frutas, bayas y pescado, al tiempo que reduce la ingesta de carne y alcohol.
"Observamos que, incluso en concentraciones muy bajas, los contaminantes del aire se asociaban con resultados cardiometabólicos adversos, y la mayoría de las asociaciones estaban relacionadas con las partículas, tanto las partículas finas más pequeñas como las partículas gruesas más grandes", ha señalado el investigador doctoral Darren Healy de la Universidad oriental de Finlandia, el autor principal del estudio.
Estas asociaciones se observaron principalmente con marcadores de resistencia a la insulina, hormonas relacionadas con el apetito y lípidos (grasas). Curiosamente, la calidad de la dieta modificó varias asociaciones de los contaminantes del aire con la salud cardiometabólica. Por ejemplo, las personas con una dieta de baja calidad tenían niveles elevados de colesterol total con la exposición a niveles más altos de partículas finas, mientras que las personas que consumían una dieta de alta calidad no.
"Incluso con los esfuerzos para reducir los niveles de contaminación en todo el mundo, es importante investigar las medidas que las personas podrían tomar para reducir el impacto de la contaminación del aire en su salud cardiometabólica. Este estudio sugiere que mejorar la calidad de la dieta podría brindar protección contra la exposición a contaminantes del aire, incluso con exposición a niveles muy bajos, y resalta el valor de los esfuerzos políticos destinados a mejorar los entornos alimentarios y las dietas, además de las medidas para abordar la contaminación del aire", señala Healy.