LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 20 (EUROPA PRESS)
La Unidad de Prevención de Fracturas por Fragilidad del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín ha alcanzado en este mes de septiembre las 4.000 consultas; de dicho número, 3.000 son primeras visitas y 103 refracturas.
En un comunicado, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha señalado que un alto porcentaje de las personas atendidas son mujeres, alrededor de un 83%, con un promedio de edad de 73 años; siendo las fracturas más frecuentes las de fémur, radio, húmero y vértebra.
Por décadas, destaca la correspondiente a la franja de edad de entre 70 y 80 años, con el 32% de los casos; seguida por la década comprendida entre los 80 y los 90 años, con el 30% de los casos.
Esta Unidad, pionera en España, cuenta con certificación de calidad ISO9001/AENOR y con el reconocimiento de buenas prácticas por parte del Ministerio de Sanidad. Está formada por tres reumatólogos, dos enfermeras de práctica avanzada, un rehabilitador, una técnica de rayos, una fisioterapeuta y un traumatólogo. Además, trabaja en coordinación con médicos y enfermeras de enlace de Atención Primaria.
Por su parte, los profesionales de la Unidad de Prevención de Fracturas del centro hospitalario, referente nacional en el modelo conocido como Fracture Liaison Service, destacan que la adherencia al tratamiento de la osteoporosis es muy elevada, superior al 80%, cuando en la práctica habitual se sitúa alrededor del 50% al año.
La actividad que llevan a cabo los profesionales de la Unidad de Prevención de Fracturas del Hospital Dr. Negrín está coordinada por el servicio de Reumatología, con la colaboración de Atención Primaria, Rehabilitación, Geriatría, Análisis Clínicos, Traumatología y Radiodiagnóstico.
Desde dicha Unidad se realiza un seguimiento a los pacientes con fractura mayores de 50 años que tienen riesgo de sufrir nuevas fracturas, especialmente en los primeros años después de una rotura por un traumatismo de baja intensidad.
Finalmente, el objetivo es potenciar la educación del paciente en cuanto a hábitos de vida saludables como dieta y realización de ejercicio físico, prevención de caídas, así como un tratamiento médico, todo ello fundamental para evitar fracturas en el futuro.