MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El tratamiento con dosis altas albúmina mejora la inflamación sistémica y la disfunción circulatoria en pacientes con cirrosis hepática descompensada, según los resultados del estudio impulsado por la European Foundation for the Study of Chronic Liver Failure (EF-Clif), publicado en la revista 'Gastroenterology'.
Los resultados de este trabajo relativos a la acción antiinflamatoria de la albúmina, abren nuevos campos de investigación en el manejo de paciente cirrótico y/o con sepsis severa, y de los mecanismos de acción de la albúmina, la proteína más abundante en el plasma sanguíneo y que se caracteriza por su capacidad para unir e inactivar otras moléculas y por sus propiedades antioxidantes, inmuno-moduladoras y anti-inflamatorias.
La albúmina en los pacientes con cirrosis está alterada, por lo que pierde muchas de estas capacidades. En este sentido, el trabajo de la EF-Clif se ha centrado en investigar los efectos del tratamiento con albúmina (solución al 20%) sobre el déficit de esta proteína en sangre (hipoalbuminemia), la disfunción cardiocirculatoria, la presión venosa portal (hipertensión portal) y la inflamación sistémica en pacientes con cirrosis descompensada con y sin infecciones.
Así, se ha demostrado que la normalización de la concentración sérica de albúmina en tratamientos a largo plazo en pacientes con una cirrosis descompensada reduce significativamente los niveles circulantes de varias proteínas relacionadas con la inflamación, entre ellas y de manera destacada la citoquina IL-6.
Hasta ahora la dosis de albúmina requerida para el tratamiento de esta enfermedad se basaba en asunciones empíricas, si bien el estudio ha mostrado por primera vez que, el tratamiento a largo plazo con dosis altas de albúmina, pero no con dosis bajas, tiene efectos inmunomoduladores relevantes en la cirrosis descompensada.
Además, las altas dosis de albúmina previenen otro fenómeno descubierto en este trabajo: las variaciones impredecibles de la disfunción circulatoria en estos pacientes, puesto que mejoran la estabilidad de la circulación sanguínea y la función del ventrículo izquierdo.
Hasta ahora la disfunción circulatoria se consideraba como un fenómeno estable o un proceso lentamente progresivo, mientras que este estudio ha constatado que se trata de una condición extremadamente inestable en la cirrosis. Finalmente, los expertos han comentado que la disfunción circulatoria también se atribuía a la dilatación de las arterias esplénicas y ahora existe evidencia de que el deterioro de la función del ventrículo izquierdo también desempeña un papel importante en esta disfunción.