MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado, con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra este 24 de marzo, unas nuevas recomendaciones de prevención de esta enfermedad, que tienen como objetivo ayudar a acelerar los esfuerzos de los países para impedir que las personas infectadas desarrollen la enfermedad, gracias a la administración de un tratamiento preventivo.
Se estima que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la TB. Estas personas no están enfermas ni son contagiosas. Sin embargo, corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, especialmente aquellas que tienen un sistema inmunitario debilitado. Ofrecerles un tratamiento preventivo frente a la TB no solo servirá para protegerlas de la enfermedad, sino que también reducirá el riesgo de transmisión comunitaria.
En 2018, 10 millones de personas enfermaron de TB en todo el mundo y 1,5 millones de personas perdieron la vida a causa de esta enfermedad. La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortal del mundo. "El Covid-19 está demostrando hasta qué punto pueden ser vulnerables las personas con enfermedades pulmonares y sistemas inmunitarios debilitados. El mundo se ha comprometido a acabar con la TB para 2030; mejorar la prevención es la clave para que esto ocurra. Es necesario que millones de personas puedan recibir tratamiento preventivo contra la TB para detener la aparición de la enfermedad, evitar sufrimientos y salvar vidas", ha resaltado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Aunque se han realizado algunos avances hacia el logro de los objetivos que se fijaron en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la TB, celebrada en 2018, "se ha prestado poca atención al tratamiento preventivo de la TB", denuncia el organismo sanitario de Naciones Unidas. Los dirigentes mundiales se comprometieron a garantizar el acceso al tratamiento preventivo de la TB, para el año 2022, a un mínimo de 24 millones de contactos de personas con TB activa y a 6 millones de personas con VIH. Hasta la fecha solo se ha alcanzado una mínima parte de esa meta: en 2018 los países habían administrado el tratamiento preventivo de la TB a menos de 430.000 contactos y a 1,8 millones de personas.
Las nuevas directrices recomiendan ampliar la aplicación del tratamiento preventivo de la TB entre las poblaciones de mayor riesgo, como los contactos domésticos de los pacientes con TB, las personas con VIH y otras personas en situación de riesgo por tener una inmunidad reducida o vivir en condiciones de hacinamiento. Igualmente, se aconseja integrar los servicios de tratamiento preventivo de la TB en las actividades actuales de detección de casos de TB activa. Así, apuestan por que todos los contactos domésticos de los pacientes con TB y las personas con VIH se sometan a pruebas de detección de la TB activa. Si se descarta la TB activa, se debe iniciar el tratamiento preventivo de la TB.
De la misma forma, la OMS insta a efectuar una prueba cutánea de la tuberculina o un análisis de liberación de interferón gamma (IGRA, por sus siglas en inglés) para detectar la infección. También recomienda opciones nuevas y más cortas de tratamiento preventivo, además de la muy utilizada profilaxis diaria con isoniazida durante seis meses. Las alternativas más cortas que se recomiendan actualmente incluyen la administración diaria de rifapentina en combinación con isoniazida durante un mes; la administración semanal de rifapentina en combinación con isoniazida durante tres meses; la administración diaria de rifampicina en combinación con isoniazida durante tres meses; o la administración diaria de rifampicina durante cuatro meses.
"La OMS hace un llamamiento a los gobiernos, las comunidades afectadas, las organizaciones de la sociedad civil, los proveedores de atención sanitaria, los donantes, los asociados y la industria para que unan sus fuerzas e intensifiquen la respuesta a la tuberculosis, especialmente en relación con el tratamiento preventivo de la enfermedad, a fin de garantizar que nadie se quede atrás. El momento de actuar es ahora", ha reclamado la directora del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS, Tereza Kasaeva.