MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Cerca de la mitad de los niños hospitalizados presenta malnutrición, ya sea con cuadros de desnutrición crónica o aguda (12%) o con signos de sobrepeso u obesidad (38%), según ha informado la Alianza Másnutridos con motivo de la presentación de la monografía 'Cuaderno hacia la desnutrición cero en Pediatría'.
"Dado que el niño es un individuo en crecimiento continuo, no solo la pérdida de peso debe ser considerada como un deterioro nutricional. La inadecuada ganancia de peso y talla puede orientar también hacia el diagnóstico de desnutrición, un hecho que influye negativamente en el proceso de crecimiento, altera el desarrollo neurológico y favorece la alteración del sistema inmune y la aparición de infecciones", ha dicho el presidente de la Alianza Másnutridos, Miguel León.
La desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE) es un problema común en todos los niveles de atención sanitaria, desde Atención Primaria a especializada, y tiene su origen en una ingesta de nutrientes y energía inadecuadas respecto a los requerimientos del paciente.
De hecho, los expertos estiman que alrededor de dos millones de personas en España, uno de cada cuatro pacientes hospitalizados está en riesgo de desnutrición, especialmente en personas mayores o con enfermedades oncológicas, respiratorias o cardiovasculares.
En el caso de la población infantil el principal predictor de la desnutrición en niños hospitalizados es la existencia de una enfermedad crónica de base (celiaquía, enfermedad renal crónica, cáncer o cardiopatías) o una situación aguda (infecciones o traumatismos).
"Este tipo de enfermedades producen una disminución del apetito, malabsorción o pérdidas de nutrientes o un aumento del gasto energético que desencadenan casos de desnutrición y por lo tanto impactan en la calidad de vida de los niños y en la evolución de su enfermedad", ha comentado la representante de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP) en la Alianza Másnutridos, Rosaura Leis.
En este sentido, el documento elaborado por la organización establece el cribado nutricional universal y obligatorio en las primeras 24-48 horas del ingreso como estrategia clave en la lucha contra la desnutrición. Un cribado que, a su juicio, debe estar incluido en la historia clínica electrónica para promover protocolos de actuación, monitorizar los cuidados y evaluar los resultados en salud.
Y es que, el cribado permite detectar a los pacientes en riesgo nutricional desde el momento del ingreso y decidir así si deben ser sometidos a una valoración nutricional completa para implantar el tratamiento o la suplementación oral necesaria.