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21 may. 2019 11:03H
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MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

Una colisión genómica podría explicar por qué muchos trasplantes de riñón fallan, incluso cuando se cree que los donantes y los receptores están bien emparejados, según un nuevo estudio de investigadores de la Facultad de Médicos de Vagelos de la Universidad de Columbia (EEUU).

Esta colisión genómica es una incompatibilidad genética entre el donante de riñón y el receptor, lo que hace que el receptor realice un ataque inmune contra la proteína del donante.

Según los investigadores, los hallazgos, publicados en 'Nex England Journal of Medicine', podrían llevar a una comparación más precisa entre donantes y pacientes, y reducir las fallas de trasplantes de riñón. Del mismo modo, la misma colisión genómica también puede ocurrir potencialmente en trasplantes de corazón, hígado y pulmón.

Un trasplante de órganos exitoso depende en gran medida de asegurar la compatibilidad genética entre el donante y el receptor. Esto se hace comparando los leucocitos humanos (HLA) del donante y del receptor. Pero los desajustes de HLA solo explican los desajustes en dos tercios de los trasplantes que fallan por razones inmunologógicas. "El resto de estos fracasos, probablemente, se deben a los antígenos menos comunes, o los llamados antígenos de histocompatibilidad menores", ha explicado el profesor Asistente de Medicina de la Universidad de Columbia y coautor principal del estudio, Krzysztof Kiryluk.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que una persona cuyo genoma porta un gen renal con una sección eliminada podría ser especialmente sensible a los órganos de un donante cuyo genoma porta el gen de tamaño completo. "El receptor se expondría entonces a una proteína que su sistema inmunológico percibiría como extraña", ha asegurado Kiryluk.

Para probar su hipótesis examinaron a 705 receptores de riñones trasplantados en busca de deleciones en 50 genes de riñón que estaban presentes como versiones de tamaño completo en el donante. Las eliminaciones asociadas con el rechazo se confirmaron luego en 2.400 pares adicionales de donantes y receptores de tres cohortes internacionales de trasplantes.

LA COLISIÓN GENÓMICA ES CLAVE

El estudio encontró que los receptores de riñón con dos copias de una eliminación cerca de un gen llamado LIMS1 tenían un riesgo significativamente mayor de rechazo cuando el riñón del donante tenía al menos una versión de tamaño completo del mismo gen. El riesgo de rechazo fue un 63 por ciento más alto entre los pares de donantes y receptores con esta colisión genómica, en comparación con aquellos sin desajuste.

Asimismo, los receptores de trasplante de riñón con dos copias de la eliminación que desarrollaron rechazo tenían niveles destacables de anticuerpos anti-LIMS1 en su sangre, evidencia adicional de que esta colisión genómica contribuye al rechazo. "Se desconoce el mecanismo exacto por el cual esta eliminación ejerce sus efectos", ha señalado Kiryluk.

Los órganos trasplantados comúnmente experimentan un periodo significativo de baja oxigenación, que parece agravar la colisión genómica. En las células que producen LIMS1, los investigadores encontraron que los niveles bajos de oxigeno aumentan la producción de LIMS1 en la superficie de la célula, lo que puede aumentar el riesgo de un ataque inmunológico.

Los investigadores han explicado que se esperaría que los desajustes de LIMS1 ocurrieran en aproximadamente 12 a 15 por ciento de los trasplantes de donantes no relacionados entre personas de ascendencia europea y africana, pero sería muy raro entre personas de ascendencia de Asia oriental porque la eliminación es muy rara en estas poblaciones.

"Los desajustes de LIMS1 podrían evitarse mediante el examen genético previo al trasplante", ha asegurado el profesor. "Pero primero debemos validar nuestros hallazgos en estudios más grandes".

LOS HALLAZGOS PUEDEN APLICARSE A OTRO TIPO DE TRASPLANTES

Del mismo modo, los investigadores han señalado que los hallazgos pueden aplicarse a otros tipos de trasplantes de órganos, ya que LIMS1 también se expresa en los pulmones, el corazón y el hígado.

Según ha concluido Kiryluk, el gen LIMS1 no se detectó previamente en búsquedas anteriores, en parte debido al tamaño de muestra limitado de los estudios anteriores. "Estimamos que un estudio de asociación de genoma tradicional tendría que analizar un mínimo de 13.000 receptores de riñón para encontrar este gen".

Asimismo, el enfoque de colisión genómica "proporciona un nuevo método para encontrar desajustes adicionales en un número menor de pares donante-receptor. Y, junto con los nuevos métodos de detección de anticuerpos, es probable que impulse futuros descubrimientos en este área".

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