MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Western University y Lawson Health Research Institute (Canadá) están utilizando plantas de tabaco como 'biorreactores verdes' para producir una proteína antiinflamatoria con un "poderoso potencial terapéutico", denominada interleukin 37 (IL-37).
La proteína se produce naturalmente en el riñón humano en cantidades muy pequeñas y tiene propiedades antiinflamatorias e inmunodepresoras, lo que brinda un potencial para el tratamiento de varios trastornos inflamatorios y autoinmunes como la diabetes tipo 2, los accidentes cerebrovasculares, la demencia y la artritis.
"Esta proteína es un regulador maestro de la inflamación en el cuerpo, y se ha demostrado en modelos preclínicos que es eficaz en el tratamiento de toda una serie de enfermedades. El riñón humano produce IL-37, pero no lo suficiente como para salir de una lesión inflamatoria", explica Tony Jevnikar, uno de los autores de este trabajo, publicado en la revista 'Plant Cell Reports'.
Aunque se muestra prometedor en modelos animales, el uso clínico de IL-37 ha sido limitado debido a la incapacidad de producirlo en grandes cantidades a un precio que es factible clínicamente. Actualmente, se puede hacer en cantidades muy pequeñas utilizando la bacteria 'E. coli', pero a un coste "muy alto", reconocen los científicos.
Ahora, este trabajo es el primero en demostrar que esta proteína humana funcional puede producirse en células vegetales. "Las plantas ofrecen el potencial de producir productos farmacéuticos de una manera mucho más asequible que los métodos actuales. El tabaco es de alto rendimiento, y podemos transformar temporalmente la planta para que podamos comenzar a producir la proteína de interés en dos semanas", señala otro de los responsables de la investigación, Shengwu Ma.
Los investigadores han demostrado que la proteína se puede extraer y cuantificar a partir de las células vegetales de una manera que mantiene su función. Ahora que han demostrado que pueden producir la proteína en el tabaco, se puede traducir a otras plantas, como las patatas, aseguran los científicos.
Mientras tanto, están investigando el efecto que tiene IL-37 para prevenir lesiones en los órganos durante el trasplante. Cuando se extrae un órgano para el trasplante y luego se transfiere a un receptor, la inflamación se produce cuando el flujo de sangre se restaura al órgano. Los investigadores creen que la proteína proporciona una nueva manera de prevenir esa lesión.